Querido Señor, has prometido acompañarme en las distintas estaciones de mi vida. Has prometido nunca abandonarme ni desampararme, y también has prometido enseñarme el camino que debo tomar. Ahora Te pido que dirijas mis pasos conforme a Tu voluntad perfecta para mi vida, mientras emprendo una nueva profesión, lo cual es todo un desafío.
Señor Jesús, sé que Tu gracia basta, pues Tu fortaleza se perfecciona en mi debilidad. Ruego que me des un poco de tal gracia ahora que me adentro en la profesión que he elegido. Que Tu Espíritu de sabiduría y entendimiento me enseñe y me forme mientras me preparo, y que Tu Espíritu de orientación y poder dirija las decisiones que debo tomar.
Atiende todas mis necesidades conforme a las riquezas de Tu rebosante gracia, y sostenme con la diestra de Tu justicia en los días por venir. Concede los deseos de mi corazón, y Te atribuiré todo el honor, el mérito, la fuerza, la autoridad y el poder, a partir de hoy y hasta la eternidad.
Amén.
Querido Señor Jesús, sé que un versículo de la Biblia dice que hemos de agrandar nuestras tiendas y extender las cortinas de nuestra morada, para alargar las cuerdas y reforzar las estacas. Padre, Te pido que me guíes para agrandar la tienda de mi vida y que me des la visión para extender mis alas y volar en la dirección que quieres que tome.
Ayúdame a crecer en la gracia y la sabiduría mientras me adentro en un futuro desconocido. Ruego que me acompañes, Señor, y me des éxito en todo lo que haga, pues quiero ser complaciente delante de Tus ojos. Hazme acercarme a Ti en cualquier dirección que tome, no en mi propio beneficio, sino para alabarte y glorificarte. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre Celestial, has tenido la bondad de otorgarme un cuerpo saludable y la capacidad de jugar en equipo, por lo cual Te agradezco con todo el corazón. Gracias por darme la oportunidad de divertirme y participar en actividades deportivas en equipo.
Protégeme de cualquier actitud mundana que manifiesten mis compañeros de equipo, y ayúdame a ser un buen y fiel testigo de Tu grandeza y Tu poder en los juegos en los que participe.
Dame la capacidad de jugar de forma justa y considerada. Ayúdame a desarrollar el espíritu de equipo correcto y las ganas de dar lo mejor de mí, sin manifestar una mala actitud hacia los demás equipos y miembros que tal vez sean mejores o peores que yo.
Mantente siempre delante de mis ojos, para así no convertir en un ídolo ni el deporte ni mi posición, sino que déjame participar de una forma que Te complazca siempre. En nombre de Jesús,
Amén.
Padre, me encuentro en una encrucijada en mi vida, y no sé qué camino tomar. Sé que si primero busco el reino de Dios y Su justicia, entonces habré tomado el mejor camino que tienes para mi vida.
Señor, ayúdame a tomar decisiones sabias en esta disyuntiva, donde pareciera que varias puertas se han cerrado detrás de mí. Señor, guíame en la dirección que quieres que tome.
Señor, quiero que mi vida valga la pena, tener éxito y marcar una diferencia. Toma mi vida en esta encrucijada, Señor, y ponme en la dirección que Tú quieres que tome. Mientras entro por distintas puertas, Te pido que mantengas cerradas las puertas que no quieres que cruce y que me permitas abrir la puerta correcta que lleve al lugar al que Tú quieres que llegue.
Mientras busco Tu rostro, ruego que Tu Espíritu guíe los deseos de mi corazón para que así se conviertan en los deseos que tienes para mí. Ruego en el santo nombre de mi Salvador, Jesús,
Amén.
Amante Señor, sé que todas las cosas de Ti provienen y que en Ti todas las cosas subsisten, no solo en la vastedad del universo, sino que también en mi sencilla vida. Ruego que me ayudes a planificar mi futuro profesional con cuidado y sabiduría, y hazme seguir la senda profesional que he elegido de manera de honrarte.
Vigila todos mis planes y todo lo que diga y haga en mis relaciones con los demás. Enséñame a dar lo mejor de mí y a no eludir el trabajo arduo, sino que a cumplir de buena gana todos los deberes y las responsabilidades de la vida con discernimiento y gracia.
Controla mis acciones, cuida mi lengua, bendice mis esfuerzos, guía mis decisiones y ayúdame a dar lo mejor de mí, para que en mi vida y en mi profesión pueda honrar Tu nombre. En nombre de Jesús,
Amén.
Querido Dios, Te pido que me acompañes mientras me preparo para la entrevista más importante de mi vida hasta ahora. Te pido que me guíes mientras preparo mi corazón y mente para esta importante reunión.
Ruego que me des la fortaleza y la sabiduría para responder las preguntas con integridad y sabiduría, y dame una buena noche de descanso, para así poder mantenerme alerta y estar preparado para esta importante prueba. Además, ruego que me des Tu Espíritu de paz, para así poder entrar a la entrevista con una mente que piense con claridad.
Ruego tener éxito en esta entrevista, pero Señor, también Te pido que sin importar el resultado, pueda saber que en Tu mano están mis años y que has prometido acompañarme durante toda mi vida. Ayúdame a recordar que nada pasa por casualidad, sino que en todos mis caminos estás allí para guiarme y apoyarme.
Amén.
Padre celestial amado, hoy he venido a ti porque quiero buscar Tu voluntad para mi vida y no seguir mi propio rumbo, pues sé que, si sigo mi corazón, podría desviarme de Tu mejor camino.
Señor, quiero prosperar en todo lo que emprenda, pues quiero hacer todo conforme a Tu voluntad. Por lo tanto, hoy he venido a presentarte los deseos de mi corazón y a pedirte que, con Tu gracia, lleves a cabo los planes que tengo para mi vida de la forma que más Te complazca.
Señor, llévame por el camino que Tú elijas, mientras Te presento las esperanzas y los sueños de mi corazón, los que anhelo cumplir. Te entrego todos estos sueños, y ruego que me guíes por la senda que sea más adecuada para llevar a cabo Tu gran obra en mí.
Ruego en nombre del Señor Jesús,
Amén.
Querido Señor Jesús, Tú sabes que siento mucha ansiedad por los exámenes que pronto enfrentaré, y Te pido que sosiegues mis pensamientos turbados y tranquilices mis nervios. Ruego que me dejes descansar en Ti. Ruego que al ingresar al examen, llenes mi corazón de la paz perfecta que solo de Ti proviene. Dame claridad de pensamiento y guía mi mente para recordar todo lo que he estudiado, y dame la sabiduría y la capacidad de traspasar mis pensamientos a las preguntas del examen.
Dame gracia ante los ojos de la junta examinadora, para que evalúen mi trabajo de manera sabia y justa.
Ruego que me des éxito en mis exámenes, y que en el futuro me guíes por el camino que sea mejor para mí. Gracias en nombre de Jesús,
Amén.
Amante Señor, todo lo que tengo es Tuyo, y quiero entregarte la obra de mi mano. Quiero ofrecerte mis planes de negocios, y ruego poder actuar con integridad, honestidad y con los valores que solo de Ti provienen.
Que la obra de mis manos se llene de éxito, y hazme ser fructífero en todo lo que haga, pero también ruego que me mantengas con un espíritu humilde, pues sé que todo lo que tengo de Ti proviene, y que sin Ti, nada puedo hacer.
Ruego que me guíes y me des éxito en mis planes de negocios, y que todo lo que haga honre Tu nombre.
Amén.
Padre celestial amado, has prometido que el hombre que busca al Señor será como un árbol plantado por los ríos de agua viva y que crecerá, prosperará y tendrá gran éxito. Padre, ruego poder prosperar en todo lo que haga y que Tu mano me oriente y me guíe en los años por venir. Ruego que mi vida produzca fruto espiritual; treinta, sesenta o incluso cien frutos.
Señor, ruego poder crecer espiritualmente, crecer en la gracia y el conocimiento de Ti. Ruego poder correr la carrera de la vida para obtener el premio celestial del supremo llamamiento que me has prometido a través de Jesucristo mi Señor, y poder terminar la carrera que me has puesto por delante.
Señor, quiero llegar al final de mi vida sabiendo que he vivido como Tú has querido que viva. Te pido que me enseñes Tus caminos y me ayudes a acatar todos Tus decretos, para así poder amar como Cristo me amó y caminar en espíritu y en verdad, de manera de no tener ninguna deuda pendiente con nadie, salvo la deuda del amor; pues, Señor, sé que el éxito que deseo podría lucir distinto al éxito que desea el mundo; sin embargo, Señor, deseo tener éxito delante de Tus ojos. Ruego que escuches mi oración y me conviertas en la persona que quieres que sea. En nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, tal como fuiste el proveedor de Abraham, Isaac y Jacob, Te alabo y Te agradezco porque también eres mi proveedor celestial. Señor, gracias por todas las maneras en que día a día has atendido mis necesidades durante toda mi vida. No solo has atendido las necesidades de mi vida actual, sino que me has brindado muchos dones maravillosos, incluido el don de Tu Hijo unigénito, a través del Cual he recibido el don de la Salvación por la gracia y mediante la fe en Su obra terminada en El Calvario.
Señor, ruego que sigas bendiciéndome y favoreciéndome a mí y a mi familia de muchas maneras, no solo en las provisiones de este mundo, en la salud, en la fortaleza y en todas nuestras necesidades materiales, sino que, más importante aún, ruego que mi alma pueda prosperar, pueda crecer espiritualmente y pueda comprender de manera más profunda al Señor Jesús; asimismo, ruego poder crecer en la sabiduría y el conocimiento de Ti, de forma de crecer en la gracia y el amor y ser un canal por el cual Tu amor y gracia fluyan hacia todos aquellos con los que tenga contacto.
Señor, son tantas las bendiciones que me has brindado que no puedo contarlas, y aunque muchos no comprenderían ni valorarían el peso de gloria que contienen, Tus dádivas hacia mí son tesoros que durarán por toda la eternidad. Por tanto, dame una perspectiva correcta del éxito y de la prosperidad. Ruego que me impidas amoldarme al mundo. No me dejes ver el éxito y la prosperidad a través de los ojos del mundo, sino a través de Tu perspectiva perfecta y eterna, pues Tu amor, luz, paz y júbilo que me has brindado son mejores que la vida misma, y alabo Tu santo nombre, Dios mío y Rey mío. En nombre de Jesús,
Amén.
Querido Señor, sé que mis caminos no son Tus caminos, y que Tu perspectiva de mi vida es distinta a la mía y, Señor, a veces anhelo tener más éxito en todo lo que hago y en todo lo que intento lograr, no solo en mi vida personal, sino también en cada ámbito de mi vida, en mi vida familiar, mi vida laboral, mis relaciones, mi tiempo libre e incluso mis actividades religiosas.
Sin embargo, Señor, mientras más leo las Sagradas Escrituras, más me doy cuenta de que la mayoría de lo que anhelo en mi vida, como por ejemplo triunfar y tener éxito en el juego y en el trabajo, no necesariamente es lo mejor para mí, pues sé que esto podría alejarme de Ti, dejar mi primer amor y depender cada vez más de mí mismo y cada vez menos de Ti.
Señor, ayúdame a encontrar el equilibrio entre mi deseo de tener éxito en todo lo que hago, para que así mi vida glorifique a mi Padre que está en los cielos—que es lo que mi corazón desea profundamente—y mi deseo de tener éxito del modo equivocado y por las razones equivocadas en mi propio honor y gloria.
Déjame depender cada vez más de Ti, para así, sin importar si tengo mucho o poco, poder vivir una vida exitosa delante de Tus ojos. Ayúdame a enfocar mi corazón en Tus deseos, en Tu voluntad y en Tu reino. Ayúdame a anhelar cada vez más tener éxito en mi obra cristiana y en mi crecimiento espiritual, en lugar de buscar el éxito vacío y la prosperidad vacía que provienen del mundo, incluso si esto significa tener que disminuir a mis ojos y a la estima de los demás. Déjame poner los ojos primero en Ti y en Tu justicia, Señor, y no me dejes anhelar todo lo que hay en el mundo. Alabado y glorificado seas, ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, gracias porque formo parte del cuerpo de Cristo y porque somos todos uno en Jesucristo nuestro Señor. Padre, oro por todos mis hermanos y hermanas en Cristo, muchos de los Cuales atraviesa peligros y dificultades, persecución y dolor y, Padre, ruego que cuides, guíes, protejas y atiendas a todos los que pertenecen a la familia de la fe, y para que a nivel individual y colectivo podamos glorificarte.
Atiende hoy a cada uno de ellos, y ruego que, tal como el apóstol Juan, prosperen en cuerpo, alma y espíritu. Ruego que, sin importar las dificultades que se crucen por su senda, puedan prosperar en las cosas de Dios y ser testigos dignos de la bondad y de la paciencia de nuestro Señor. Ayúdale a cada integrante del cuerpo a buscar el éxito que solo de Ti proviene, pero que dura para siempre. No nos dejes buscar todo lo que hay en el mundo, que pronto se desvanece, sino haznos buscar primero el reino de Dios, sabiendo que el verdadero éxito y la recompensa celestial solo pueden alcanzarlos aquellos cuyos corazones se enfocan en lo que es complaciente delante de Tus ojos.
No nos dejes anhelar el éxito vacío que proviene del mundo, como el dinero, la fama, la popularidad y las relaciones exitosas, pues sé que si no cumplimos Tu voluntad, lo más seguro es que suframos desilusiones y fracasemos.
Acércanos aun más a Ti y ayúdanos a enfocar nuestros corazones en las cosas de arriba y no en las de abajo, pues sabemos que nuestra ciudadanía está en el cielo y que solo a través de Cristo como nuestro Salvador podemos obtener el verdadero éxito. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, sé que a menudo me alejo de Tus caminos y de Tu entendimiento; por lo tanto, ahora he venido ante Ti a pedirte que me enseñes Tus caminos, para así ajustar mi voluntad a la Tuya, y mis oraciones a los deseos de Tu corazón. Señor, ruego poder seguir Tus caminos, tener los pensamientos que Tú quieres que tenga y vivir la vida que Tú quieres que viva.
Señor, a medida que avanzo en la vida, todo lo que veo a mi alrededor sobre cómo funciona el mundo y los medios que usa el hombre para lograr el éxito es diametralmente opuesto a todo lo que Tu Palabra nos llama a hacer. Padre, sé que con facilidad podría dejarme llevar por esta mentalidad y comportamiento; por lo tanto, ruego que me enseñes Tus caminos, me permitas comprender todo lo que quieres que haga y me enseñes el camino que quieres que tome.
Señor, sé que la acumulación de riqueza, poder y fama es lo que el mundo suele considerar exitoso, y una parte de mí quisiera todo lo anterior, pero también he sido testigo de la cosecha de pobreza que esta tríada de éxito produce en la vida de aquellos que siguen dicha senda; por lo tanto, Señor, haz que mi deseo de éxito se purifique en el fuego de Tu voluntad para mi vida. No me dejes venderme por un plato de lentejas cuando me has preparado un banquete en el reino de los cielos. Señor, ruego que mi vida glorifique Tu nombre, no solo en esta era, sino en los años por venir. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.