Querido Señor Jesús, fuiste Tú quien sanó toda forma de enfermedad y dolencia cuando caminaste por las costas de Galilea.
Hoy he venido a Ti a rogar que Tu toque sanador se pose sobre cada ámbito de mi vida, pues estoy agotado en cuerpo, mente y espíritu. Mi salud está deteriorada, y ni siquiera sé qué problema tengo; lo único que sé es que necesito tu Toque en mi vida más que nunca. Fortalece mi espíritu,
Ruego que renueves mi corazón con Tu toque sanador y refresques mi cuerpo, mi alma y mi espíritu. Gracias, Jesús,
Amén.
“Y que el mismo Dios de paz os santifique por completo; y que todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.”
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Oraciones por la humildad