Amante Señor, a medida que termina el día, quiero darte gracias por haberme acompañado en todo lo que ha ocurrido el día de hoy. También quiero poner todo este día ante Ti, y Te pido que me digas si algo de lo que he hecho ha lastimado a otra persona sin querer, o si he hecho algo que no sea complaciente delante de Tus ojos o que haya apagado la obra del Espíritu en mi interior, para así poder alejarme de aquellas cosas en los días por venir.
Señor, deseo cumplir Tu voluntad en todas las cosas. Ruego que me limpies de las actitudes o los pensamientos erróneos que hoy hayan brotado en mi corazón. Ruego que me laves en Tu diluvio purificador.
Gracias, pues eres un Dios que perdona nuestras faltas cuando estamos dispuestos a confesártelas, ya que sabemos que si nos limpias de ellas, volveremos inmediatamente a una dulce comunión contigo.
Ruego que me des una buena noche de descanso y me permitas descansar tranquilamente en Tus brazos de amor sabiendo que en Cristo estaré eternamente a salvo, debido a Tu maravillosa gracia, por lo cual Te alabo. En nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, a medida que el día llega a su fin, ruego que Tu constante amor y presencia me acompañe a mí y a todos los que son Tus hijos en Cristo. Ruego que nos cuides durante las largas horas de oscuridad de esta noche y nos protejas de todo peligro y daño que intente cruzar nuestro umbral.
Ruego que nos des una noche de descanso tranquila y un corazón sereno. Renueva y restaura nuestro cuerpo, nuestra alma y nuestro espíritu mientras nuestros corazones agotados descansan en Ti durante las horas de la noche.
Señor, ruego que, con Tu inmensa gracia y misericordia, nos concedas un sueño tranquilo, de manera que podamos levantarnos en la mañana con fuerzas para ejecutar Tu mandato. Déjanos regocijarnos por el amanecer de un nuevo día, pues sabemos que Tus misericordias se renuevan cada mañana. En nombre de Jesús,
Amén.
Alabado sea Tu santo nombre, Padre Celestial, por haberme dado otro día de vida y por acompañarme en cada paso que doy. Gracias por las numerosas bendiciones que me has brindado y por el amor y la comunión que tengo con mis amigos y mis familiares que, con Tu gracia, has puesto en mi vida.
Mi corazón está muy agradecido por las numerosas bendiciones que disfruto cada día, y hoy recuerdo una vez más que Tus misericordias se renuevan cada mañana y que Tu fidelidad persiste de generación en generación.
Gracias porque me has hecho parte de Tu familia y me he convertido en hijo de Dios y en ciudadano del cielo. No hay palabras que puedan expresar mi amor y devoción hacia Ti, Señor.
Ruego que veles por mí mientras duermo esta noche, y que me des una noche de descanso tranquila de manera de despertar en la mañana renovado física y espiritualmente y listo para hacer Tu voluntad. Cuida a todos mis seres queridos, y haznos crecer en la gracia y el conocimiento del Señor Jesucristo en los días por venir. Ruego en Su hermoso nombre,
Amén.
Amante Señor, mientras me acuesto a dormir, tan solo quisiera darte gracias por todo lo que significas para mí, y alabo Tu santo nombre por todo lo que has hecho por mí, y por todo lo que vas a hacer por mí en los años por venir.
Señor, sé que no soy digno de desatar las correas de Tu calzado; sin embargo, me has sacado del lodo cenagoso y me has sentado junto a Cristo en lugares celestiales. Qué Dios tan bondadoso y misericordioso eres.
Padre, tan solo quisiera entregarte todo lo que soy y ofrecerte mi vida como un sacrificio vivo, que sea santo y aceptable para Ti, pues has salvado mi vida del abismo de la destrucción y me has vestido de la justicia de Cristo. Me has hecho parte de Tu familia celestial y has reservado para mí una herencia en el cielo que no se marchitará. Solo Tú eres digno de mi amor y alabanza, y esta noche Te entrego todo lo que soy, y ruego que, a partir de hoy, se haga Tu voluntad en mi vida y no la mía, por los siglos de los siglos. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre Celestial, mientras esta noche me acuesto a dormir, ruego que me cuides mientras duermo y protejas mi mente de pensamientos divagantes y planes innecesarios. Enséñame a esperar Tu momento perfecto y no me dejes intentar planificar mi futuro con mi propia fortaleza.
Señor, sé que has planificado cada día de mi vida. Ayúdame a confiarte todas las cosas y a confiar en que me guiarás por la senda correcta y me guiarás por la dirección que quieres que tome.
Dame paciencia para esperar Tu momento perfecto, y no me dejes confiar en mis propias capacidades y planes, sino hazme descansar en Tu amor y confiar mi futuro en Tus manos.
Por tanto, Señor, Te encomiendo esta noche, y Te pido que me dejes descansar a salvo y despertar renovado y con fuerzas para ejecutar Tu mandato. Ruego en el hermoso nombre de Jesús,
Amén.
Amante Señor y Padre celestial, gracias porque siempre estás ahí para ayudarme y porque has prometido jamás abandonarme ni desampararme. Padre, hay una cantidad cada vez mayor de males en el mundo que pueden infundir temor en nuestros corazones; sin embargo, sé que has prometido acompañarme, protegerme y defenderme, incluso hasta el fin de los tiempos.
Ruego que me toques con Tu mano de protección y cubras a mis seres queridos con Tu paz, gracia, consuelo y esperanza. Ayúdame a confiarte todas las cosas, y nunca me dejes olvidar que, pase lo que pase en esta vida, has prometido ser mi Protector y mi Proveedor, mi Roca y mi Escudo de defensa.
Ruego que me dejes soñar profundamente esta noche, y manten lejos de mi corazón las sombras acechantes de oscuridad y miedo. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre Celestial, gracias por haberme traído al final de este día y, Señor, perdóname por las veces en que me he apartado de Tu mejor voluntad para mí y no he confiado en Ti de manera implícita.
Gracias porque eres mi Pastor bondadoso y porque me rescatas incluso cuando pierdo el rumbo y me desvío de la senda que has preparado para mí.
Mientras pienso en el día de hoy, Señor, sé que hubo cosas que podría haber dicho y hecho de manera diferente, y sé que a veces reaccioné de una manera que no honra Tu santo nombre. Ruego que me perdones; sin embargo, Te doy gracias, Padre, porque eres fiel y siempre estás preparado para volver a recibirme.
Ruego que me des una noche de descanso tranquila, pues sé que no recibiré condenación si permanezco en Cristo y, cuando al despertarme en la mañana, déjame estar renovado y listo para hacer Tu voluntad. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.