Oración vespertina de entrega

Amante Señor, mientras me acuesto a dormir, tan solo quisiera darte gracias por todo lo que significas para mí, y alabo Tu santo nombre por todo lo que has hecho por mí, y por todo lo que vas a hacer por mí en los años por venir.

Señor, sé que no soy digno de desatar las correas de Tu calzado; sin embargo, me has sacado del lodo cenagoso y me has sentado junto a Cristo en lugares celestiales. Qué Dios tan bondadoso y misericordioso eres.

Padre, tan solo quisiera entregarte todo lo que soy y ofrecerte mi vida como un sacrificio vivo, que sea santo y aceptable para Ti, pues has salvado mi vida del abismo de la destrucción y me has vestido de la justicia de Cristo. Me has hecho parte de Tu familia celestial y has reservado para mí una herencia en el cielo que no se marchitará. Solo Tú eres digno de mi amor y alabanza, y esta noche Te entrego todo lo que soy, y ruego que, a partir de hoy, se haga Tu voluntad en mi vida y no la mía, por los siglos de los siglos. Ruego en nombre de Jesús,

Amén.