Padre Celestial, mientras esta noche me acuesto a dormir, ruego que me cuides mientras duermo y protejas mi mente de pensamientos divagantes y planes innecesarios. Enséñame a esperar Tu momento perfecto y no me dejes intentar planificar mi futuro con mi propia fortaleza.
Señor, sé que has planificado cada día de mi vida. Ayúdame a confiarte todas las cosas y a confiar en que me guiarás por la senda correcta y me guiarás por la dirección que quieres que tome.
Dame paciencia para esperar Tu momento perfecto, y no me dejes confiar en mis propias capacidades y planes, sino hazme descansar en Tu amor y confiar mi futuro en Tus manos.
Por tanto, Señor, Te encomiendo esta noche, y Te pido que me dejes descansar a salvo y despertar renovado y con fuerzas para ejecutar Tu mandato. Ruego en el hermoso nombre de Jesús,
Amén.