Amante Señor, a medida que termina el día, quiero darte gracias por haberme acompañado en todo lo que ha ocurrido el día de hoy. También quiero poner todo este día ante Ti, y Te pido que me digas si algo de lo que he hecho ha lastimado a otra persona sin querer, o si he hecho algo que no sea complaciente delante de Tus ojos o que haya apagado la obra del Espíritu en mi interior, para así poder alejarme de aquellas cosas en los días por venir.
Señor, deseo cumplir Tu voluntad en todas las cosas. Ruego que me limpies de las actitudes o los pensamientos erróneos que hoy hayan brotado en mi corazón. Ruego que me laves en Tu diluvio purificador.
Gracias, pues eres un Dios que perdona nuestras faltas cuando estamos dispuestos a confesártelas, ya que sabemos que si nos limpias de ellas, volveremos inmediatamente a una dulce comunión contigo.
Ruego que me des una buena noche de descanso y me permitas descansar tranquilamente en Tus brazos de amor sabiendo que en Cristo estaré eternamente a salvo, debido a Tu maravillosa gracia, por lo cual Te alabo. En nombre de Jesús,
Amén.