Amante Señor, en este momento ocurren muchas cosas en mi vida. Pareciera haber cambios en cada ámbito de mi vida, mis amigos y vecinos se han ido lejos, mis seres queridos han pasado a mejor vida, y las tensiones parecieran rodearme por todos lados. Sin embargo, mi esperanza y confianza están en Ti.
Mientras me adentro en el futuro, ante todos los cambios y desafíos que ocurren a mi alrededor, ruego que sigas acompañándome, orientándome, guiándome, ayudándome, protegiéndome, consolándome y apoyándome. Señor, me aferro a Ti, pues Tú eres la Roca de mi Salvación, mi Defensa y mi Defensor.
Gracias, Señor, porque en este mundo en constante cambio, eres el mismo ayer, hoy y para siempre. Gracias porque me acompañas en todas las escenas y situaciones cambiantes de mi vida, y gracias porque pronto volverás para llevarte a todos los que confían en Tu nombre para estar junto a Ti por siempre. Me aferro a Ti, Señor, pues mi esperanza y mi futuro solo están en Ti. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Querido Padre celestial, gracias por todo lo que me has brindado en un momento con un futuro tan desalentador. Nunca me dejes olvidar que mi ciudadanía está en el cielo y que, pase lo que pase en mi vida, mientras permanezca en la tierra, Tú tienes el control, y que has prometido cuidar a todos Tus hijos.
Ayúdame a vivir de una forma que Te complazca en este mundo en constante cambio, y ayúdame a no depositar mi esperanza y confianza en los líderes de este mundo ni en las cosas de este mundo que se desvanecen, sino que hazme siempre recordar que mi esperanza se cimienta en nada menos que en Jesús y en Su justicia. Por esto, Te alabo y Te agradezco, Señor.
Gracias, Padre, pues conoces el fin desde el principio, y porque tienes el control de todo lo que ocurre. No solo en nuestras vidas, sino que en cada rincón del mundo. Guía, protege y atiende las necesidades de todos Tus hijos, y gracias, Padre, pues sabemos que nuestro futuro está a salvo en Ti, pase lo que pase en este mundo. Alabado sea Tu nombre, y Te doy gracias por Tu benevolencia.
Amén.
Señor, gracias por haberme hecho parte de Tu familia y por haberme enseñado Quién eres. Gracias, pues me buscaste y me salvaste. Gracias por haber puesto Tu estandarte de amor sobre mí, y gracias por las numerosas bendiciones y oportunidades que me has dado en la vida.
Acompáñame, Señor, mientras enfrento un futuro desconocido. Enséñame más sobre Ti y dame la oportunidad de servirte en esta vida, en cualquier obra o lugar al que me llames.
Ruego que me orientes y me guíes hacia toda la verdad y, mientras enfrento todos mis mañanas, Señor, quiero pedirte que me enseñes más sobre Ti. Ruego poder conocer más sobre Ti, para así conocer a Cristo. Esta fue la oración que recitó el apóstol Pablo al final de su vida y, Señor, quiero recitarla también al comienzo de mi vida.
Dame un espíritu enseñable y, a medida que se abre el futuro ante mí, no me dejes amoldarme al mundo, sino que ayúdame a aferrarme aun más a Ti. En nombre de Jesús,
Amén.
Amante Señor, eres nuestra esperanza y nuestra fortaleza en los momentos de angustia. Eres nuestra ayuda segura en este mundo difícil y, Señor, sé que sostienes el futuro en la palma de Tu mano, y confío en Ti.
Gracias, pues siempre estás allí para atender mis necesidades y para protegerme de las tempestades de la vida. Ruego que, sin importar lo que depare el futuro, permanezcas a mi lado. Señor, sé que sin importar lo difícil que se vuelvan las cosas en este mundo, has prometido nunca abandonarme ni desampararme, pero también sé que en este mundo enfrentaremos tribulaciones y pruebas, y ruego que me acompañes en todo lo que enfrente en el futuro.
Eres mi esperanza y mi fortaleza. Has prometido que, sin importar lo difícil que se vuelva la vida, Tu gracia basta para todas mis necesidades. Ayúdame a confiar en Ti, sin importar los problemas y las dificultades que surjan, pues mi esperanza está en Ti,
Amén.
Querido Padre celestial, hoy he venido a Tu trono de gracia a orar por la próxima generación de jóvenes. Protege a aquellos que Te reconocen como su Salvador para que no los influencie de manera negativa la visión del mundo contraria a la Biblia que actualmente inunda nuestras escuelas y universidades, y también a aquellos jóvenes que todavía no confían en Ti como su Salvador, o que se han desilusionado de su vida y han perdido la esperanza en el mundo.
Padre, el escepticismo y el relativismo parecieran inundar el sistema educacional y confundir a muchos jóvenes respecto a su fe, lo cual los ha hecho alejarse de los principios a los que alguna vez se aferraron. Ruego que detengas la corriente de humanismo laico y las diversas filosofías impías que se propagan por la nación, y que Te manifiestes a una generación que se ha apartado de la verdad de Tu Palabra.
Señor, lamento que, a nivel individual y nacional, nos hayamos apartado tanto de Tus preceptos y hayamos permitido que naciera una generación con poco conocimiento o entendimiento sobre Tu glorioso plan de salvación y sobre el glorioso evangelio de la gracia. Con Tu misericordia, interviene en esta próxima generación y detén la corriente cultural que ha debilitado nuestras raíces y que nos ha hecho desconectarnos de Ti, la única fuente de vida y luz. Ruego que intervengas en esta generación y hagas que se vuelva al Dios que los creó y que envió a Su Hijo unigénito para que muriera por sus pecados. En nombre de Jesús,
Amén.
Amante Señor, Te damos gracias por la herencia y el don de los niños, y reconocemos que, entre los jóvenes de hoy, algunos se convertirán en líderes, maestros y pioneros, y algún día serán fundamentales para forjar el futuro de nuestra sociedad y asumirán la responsabilidad de dirigir a las familias, las naciones y la Iglesia hacia el futuro.
Señor, rogamos que estén dotados de sabiduría y crezcan en disciplina y amonestación del Señor. Rogamos que dirijas y gobiernes sus pasos, y que hallen favor para con Dios y el hombre, y que se fundamenten en la integridad, la honestidad, la sabiduría y la gracia.
Rogamos que caminen en justicia, en verdad, en humildad y en gracia, y que intenten vivir en paz con todos los hombres, sin perjudicarlos ni prejuzgarlos. Que cumplan la Palabra de Dios como su escudo protector, y que sean protegidos contra las mentiras, los engaños y la envidia de los hombres caídos.
Cuida y guía a aquellos que en el futuro se convertirán en líderes, maestros y pioneros de la sociedad, y que se aferren a lo que es bueno, vivan en paz el uno con el otro, regañen a los rebeldes, alienten a los tímidos, ayuden a los débiles, tengan paciencia con todos y que nunca paguen mal por mal, sino que siempre busquen lo que es bueno para el otro, de manera de alabarte y glorificarte. En nombre de Jesús,
Amén.
Señor, cuando era joven soñaba con el futuro, y había hecho planes tan maravillosos para mi vida y mi familia; sin embargo, ahora, Señor, con la crisis económica y lo que ocurre en todo el mundo, que pareciera querer destruir lo que queda de los principios judeocristianos, el futuro se ve muy desalentador.
Sin embargo, Te doy gracias por el recordatorio que me has dado a través de mi pastor y, según lo que he aprendido al estudiar la Biblia, este mundo no es nuestro hogar, sino que solo un lugar, y que simplemente nos encontramos de forma temporal en este camino a nuestra morada celestial, que has preparado para nosotros en el cielo.
Qué maravilloso futuro has planificado para todos Tus hijos. A medida que los días se oscurecen y el mundo pareciera envilecerse, me doy cuenta de que usas esto para hacer que Tus hijos se liberen de la atadura con la que el mundo nos tiene sujetos a muchos de nosotros.
Señor, gracias por recordarme que no he de sentirme demasiado cómodo en este mundo, sino que he de preparar mi corazón para el momento en que estemos junto a Ti en el cielo. Cuídame a mí y a mi familia en este mundo económico cada vez más desalentador, y atiende todas nuestras necesidades mientras estamos acá. Ruego que pronto nos lleves a casa a nuestro glorioso hogar celestial, donde estaremos junto a Ti para siempre. En nombre de Jesús,
Amén.
Padre Celestial, gracias porque eres mi Dios y Salvador y porque has planificado cada día de mi vida y me enseñas pacientemente a no sentir ansiedad por nada, sino que en oración, en súplica y con agradecimiento, debo hacerte saber los anhelos de mi corazón, Señor.
Señor, Tú conoces el profundo deseo de mi corazón de que me des un compañero con quien pueda pasar mi vida. Ruego que traigas al hombre indicado para que sea mi futuro esposo, aquel hombre especial con quien pueda pasar mi futuro, y ruego que lo traigas en el momento indicado y de la manera correcta.
Señor, no sé qué has planificado para mi futuro; sin embargo, sé que Tus planes y propósitos para mí son mucho mejores que los míos y que ya sabes qué depara el futuro. Además, conoces al hombre que has preparado para ser aquella persona especial en mi vida.
Ruego que nos prepares de manera mental, espiritual, emocional y física para el momento en que nos unas en amor. Ruego que concedas el deseo de mi corazón, y entonces Te alabaré y glorificaré. En nombre de Jesús,
Amén.
Señor, tan solo quiero poner mi vida y mi futura carrera a Tus pies y pedirte que Tu gracia y favor se posen sobre mí mientras busco fervientemente Tu orientación, y ruego que confirmes la obra de mi mano y me guíes por la dirección que quieres que tome.
Ruego que me dirijas hacia la senda profesional que has elegido para mí, pues deseo estar en el centro de Tu voluntad, y ruego que abras las puertas correctas por las que quieres que entre y mantengas bien cerrados aquellos lugares por los que no quieres que entre.
Señor, ruego que me des sabiduría y perspectiva piadosas en las decisiones profesionales importantes que debo tomar. Guíame por el camino que has preparado para mí, pues sé que has planificado cada día de mi vida, y quiero tomar la senda que has planificado para mí y no desviarme de ella. Ruego que también me brindes las habilidades y aptitudes necesarias. Que mi vida y mi carrera Te alaben y glorifiquen. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.