Señor, perdóname, ya que me he vuelto adicto a la comida. Nunca pensé que esto fuera posible, pero he descubierto que mi glotonería y mi obesidad son resultado de mi adicción a la comida.
Señor, quiero cambiar mi vida y hacer que valga la pena para Ti, y al haber convertido la comida en el dios de mi vida, sé que no ocupas la posición que Te corresponde. Gracias por haberme permitido comprender que mi problema de sobrepeso era mucho más grave que simplemente comer en exceso, sino que Te ha reemplazado en mi vida.
Señor, no tengo derecho a esperar que me ayudes en esta adicción, pero sé que eres un Dios misericordioso Que perdona a Sus hijos cuando reconocen sus pecados, Te confiesan sus errores, se alejan de su perversidad y Te vuelven a poner en el lugar que Te corresponde.
Me doy cuenta de que durante el tiempo en que he convertido la comida en el dios de mi vida, mi relación contigo se ha deteriorado. Señor, ahora me doy cuenta de que he abandonado mi comunión contigo durante mucho tiempo. Sin embargo, eres un Dios misericordioso, Que ha prometido que si Tus hijos confiesan sus pecados con serenidad en el corazón, serás fiel y justo y perdonarás nuestros pecados y nos limpiarás de toda injusticia, para así volver a establecer una relación correcta contigo.
Gracias, pues he restaurado mi comunión contigo, Padre, por el solo hecho de admitir mis pecados. Ahora ayúdame a superar mi problema de sobrepeso, y entonces Te alabaré y glorificaré. En nombre de Jesús,
Amén.
Dios Padre, confieso que no Te he honrado con todo mi cuerpo, alma y espíritu, sino que me he dejado llevar por la glotonería y la gula, lo que se ha convertido en una espina en mi carne. Es más, Señor, confieso que me he convertido en un esclavo de mis hábitos alimentarios, y ruego que me ayudes a eliminar estos hábitos que tanto Te deshonran. Sé que mi cuerpo es templo del Espíritu Santo, y realmente quiero ofrecerlo como un sacrificio vivo que sea santo y complaciente para Ti, Señor.
Amante Señor, sé que no puedo hacerlo con mi propia fortaleza, pero sé que, con el poder de Tu Espíritu, puedes liberarme de esta esclavitud interna. Señor, reconozco que el poder del pecado y de la muerte en mi vida fue derribado en la cruz de Jesucristo mi Señor, y he venido a Ti en mi desamparo a rogarte que me permitas vencer esta gula que está destruyendo mi vida.
Señor, ruego que me ayudes. Conviérteme en la persona que quieres que sea. En nombre de Jesús,
Amén.
Querido Padre Celestial, me he dado cuenta repentinamente de que la comida se ha vuelto una obsesión en mi vida, y me conmociona bastante darme cuenta del daño que esta gula le está haciendo a mi cuerpo y a mis relaciones, incluida mi relación contigo, Señor. Te pido que me ayudes a eliminar esta descabellada ansiedad por comer y a recordar que en todas las cosas, incluidos mis hábitos alimentarios, mi vida debe glorificarte.
Señor, ayúdame a ser sabio en lo que como, y ruego que, con Tu gracia, me muestres aquellos alimentos que sean perjudiciales para mi cuerpo y que hagan que mi estado de ánimo fluctúe tan drásticamente. Me doy cuenta de que a menudo esta obsesión por comer no solo afecta mi cuerpo, sino que también mis emociones, lo que me hace enfadarme, deprimirme e incluso ser peresozo.
Señor, sé que si Te pongo en el lugar que Te corresponde en mi vida, otras cosas, incluida mi gula, también se pondrán en la perspectiva correcta. Señor, ayúdame y guíame para poder evaluar mis hábitos alimentarios y eliminar esta obsesión por comer, y entonces Te alabaré y glorificaré. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Ruego que me liberes de mi hábito de comer demasiado, que confieso que solo pueden llamarse "gula". Señor, sé que es un hábito que he permitido que se desarrolle en mi vida, y que casi se ha convertido en una obsesión, y ruego que, con Tu gracia, me permitas liberarme de mi compulsión alimentaria por completo y de manera permanente.
Señor, he usado la comida como consuelo y apoyo cuando me he sentido solo e infeliz, y he subido de peso, lo cual me hace sentir aun más infeliz y me hace querer comer más y, Señor, no estoy bien, por lo que Te pido que me ayudes en esto.
Ruego que, con Tu amor y gracia, me liberes de este horrible ciclo de ansiedad por comer y me ayudes a comer de manera saludable y equilibrada, con el fin de comer para vivir y no vivir para comer.
Ruego que me ayudes a tener la determinación para comer y beber con sabiduría y de manera de honrarte, pues la Biblia nos dice que ya sea si comemos o bebemos, hemos de hacerlo de manera de glorificarte y alabarte. Ayúdame a honrarte en todo lo que hago y sobre todo en mis hábitos alimentarios. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, Te confieso que me he convertido en lo que solo podría describirse como codicioso y goloso, y me avergüenza haber permitido que se descontrolara mi hábito alimentario compulsivo. Me avergüenza mi vida y lamento haber permitido que esta obsesión por comer se apoderara de mi vida, lo cual me provoca mucha vergüenza y angustia.
Ruego que me perdones y, Señor, ayúdame a liberarme de mi gula. Ruego que me ayudes a superar este trastorno alimentario, pues sé que sin Tu ayuda y fortaleza no podré liberarme de manera permanente.
Señor, he estado leyendo la Biblia, y cuando leo que mi cuerpo es templo del Espíritu Santo, me doy cuenta de que mi glotonería tiene consecuencias más grandes de las que pensaba, pues esta manifiesta una tremenda falta de respeto hacia Ti y hacia el cuerpo que me has dado.
Señor, sé que Tu gracia basta para todas mis necesidades, y que Tu fortaleza se perfecciona en mi debilidad y, Señor, mi debilidad es que como demasiado; sin embargo, creo que Tu gracia basta para ayudarme a superar esto, y ruego que me des aquella gracia y me ayudes a liberarme de este hábito pecaminoso de glotonería impía.
Gracias, Señor, por Tus promesas de gracia suficiente, misericordia y ayuda en este momento de necesidad, y ruego que me des Tu orientación diaria para superar esto y para fortalecer mi determinación de alejarme de esta gula y convertirla en templaza y gracia. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, he venido a Ti a pedirte que me des autocontrol, que es uno de los frutos hermosos del Espíritu. Señor, tengo sobrepeso y sé que como más de lo que corresponde, lo cual demuestra que carezco de este hermoso don del autocontrol.
Señor, en el fondo de mi corazón sé que no hallaré satisfacción en la comida (ni en ninguna otra cosa), y que mi gula solo deja en evidencia la idolatría que hay en mí, de la cual me arrepiento. Ruego que, con el poder de Tu Espíritu Santo, me ayudes a tener más autocontrol en mis hábitos alimentarios.
Señor, sé que con mi propia fortaleza no puedo vivir una vida piadosa y de autocontrol; sin embargo, en Tu Palabra has dicho que me has brindado todo lo que necesito para vivir de manera piadosa en Jesucristo. Ruego que me ayudes a apropiarme de todo lo que tengo en Cristo, a caminar en espíritu y en verdad, a eliminar este apetito por la comida y a depender de Ti para que me liberes de esta esclavitud al pecado.
Ruego que termines la buena obra que comenzaste en mí cuando creí por primera vez en el Señor Jesús como mi Salvador, y entonces Te alabaré y glorificaré. En nombre de Jesús,
Amén.
Amante Señor, necesito que me ayudes a controlar mi hábitos alimentarios para así liberarme de mi gula y poder tener el control de mi peso.
Te pido que me ayudes a vencer este pecado de la gula, pues sé que sin Tu gracia suficiente y ayuda, no podré frenar mi apetito excesivo.
Señor, deseo vivir una vida que Te honre, y Te imploro que me ayudes, pues sin Ti estoy destinado al fracaso. Sin embargo, doy gracias a Dios porque a través de Cristo puedo hacer cualquier cosa, Quien me fortalece.
Señor, Te busco con todo el corazón y me doy cuenta de que lo que no puedo hacer con mi propia fortaleza es posible a través de Ti. Ayúdame a comer con integridad y de una manera que Te complazca, y no me dejes hallar excusas para excederme, pues sé que al hacerlo no solo me miento a mí mismo, sino que también a Ti.
Padre, mientras me acerco a Ti a pedirte que me permitas vencer mi pecado de la gula, Te doy gracias por lo que has hecho en mi vida, y ruego que mientras disciplino mi cuerpo para comer de manera apropiada, también pueda vivir en santidad y justicia en cada ámbito de la vida. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.