Querido Padre Celestial, me he dado cuenta repentinamente de que la comida se ha vuelto una obsesión en mi vida, y me conmociona bastante darme cuenta del daño que esta gula le está haciendo a mi cuerpo y a mis relaciones, incluida mi relación contigo, Señor. Te pido que me ayudes a eliminar esta descabellada ansiedad por comer y a recordar que en todas las cosas, incluidos mis hábitos alimentarios, mi vida debe glorificarte.
Señor, ayúdame a ser sabio en lo que como, y ruego que, con Tu gracia, me muestres aquellos alimentos que sean perjudiciales para mi cuerpo y que hagan que mi estado de ánimo fluctúe tan drásticamente. Me doy cuenta de que a menudo esta obsesión por comer no solo afecta mi cuerpo, sino que también mis emociones, lo que me hace enfadarme, deprimirme e incluso ser peresozo.
Señor, sé que si Te pongo en el lugar que Te corresponde en mi vida, otras cosas, incluida mi gula, también se pondrán en la perspectiva correcta. Señor, ayúdame y guíame para poder evaluar mis hábitos alimentarios y eliminar esta obsesión por comer, y entonces Te alabaré y glorificaré. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.