Querido Señor, Tú conoces el deseo de mi corazón y la manera en que me has guíado suavemente a este punto de mi vida. Gracias por todas las lecciones que he aprendido hasta ahora, y ruego que me hagas seguir estando dispuesto a escuchar Tus gentiles ordenanzas.
Señor, he venido a Ti mientras me preparo para dar el siguiente paso en mi vida y en mi ministerio. Señor, quiero permanecer en el centro de Tu voluntad y Te pido que, con Tu amor y gracia, sigas brindándome tus misericordiosas ordenanzas a lo largo de mi senda.
Mientras me preparo para asumir este nuevo cargo de liderazgo en este emocionante ministerio, mantenme inclinado ante la cruz. Que solo Tú guíes todo lo que diga y haga. No me dejes anhelar la alabanza de los hombres, sino que, Señor, dame un Espíritu enseñable que de Ti provenga, para así poder ser complaciente delante de Tus ojos.
Otórgame sabiduría y dame el espíritu servicial de Cristo para poder guiar con el ejemplo. No me dejes poner en peligro la verdad de Tu Palabra, y déjame correr con paciencia y resiliencia la carrera que tengo por delante, con los ojos puestos en Jesús, el Autor y Consumador de mi fe, en Cuyo nombre oro,
Amén.