Señor, perdóname, ya que me he vuelto adicto a la comida. Nunca pensé que esto fuera posible, pero he descubierto que mi glotonería y mi obesidad son resultado de mi adicción a la comida.
Señor, quiero cambiar mi vida y hacer que valga la pena para Ti, y al haber convertido la comida en el dios de mi vida, sé que no ocupas la posición que Te corresponde. Gracias por haberme permitido comprender que mi problema de sobrepeso era mucho más grave que simplemente comer en exceso, sino que Te ha reemplazado en mi vida.
Señor, no tengo derecho a esperar que me ayudes en esta adicción, pero sé que eres un Dios misericordioso Que perdona a Sus hijos cuando reconocen sus pecados, Te confiesan sus errores, se alejan de su perversidad y Te vuelven a poner en el lugar que Te corresponde.
Me doy cuenta de que durante el tiempo en que he convertido la comida en el dios de mi vida, mi relación contigo se ha deteriorado. Señor, ahora me doy cuenta de que he abandonado mi comunión contigo durante mucho tiempo. Sin embargo, eres un Dios misericordioso, Que ha prometido que si Tus hijos confiesan sus pecados con serenidad en el corazón, serás fiel y justo y perdonarás nuestros pecados y nos limpiarás de toda injusticia, para así volver a establecer una relación correcta contigo.
Gracias, pues he restaurado mi comunión contigo, Padre, por el solo hecho de admitir mis pecados. Ahora ayúdame a superar mi problema de sobrepeso, y entonces Te alabaré y glorificaré. En nombre de Jesús,
Amén.