Padre celestial, Te encomiendo a cada uno de mis nietos, y Te doy gracias porque cada vida es especial delante de Tus ojos. Señor, ruego que cada uno de ellos a temprana edad llegue a reconocer a Cristo como su Salvador y desee caminar cerca de Ti durante su adolescencia, durante los veinte y hasta la adultez.
Que aprendan a amar Tu Palabra y que lleguen a conocer el valor de la oración en sus vidas, para que así puedan convertirse en hombres y mujeres que vivan de manera piadosa en Jesucristo.
Señor, ruego que todos los que estemos involucrados en estas jóvenes vidas les enseñemos día a día sobre el Señor Jesús y las maravillosas verdades que contiene Tu Palabra, tanto con la palabra como con el ejemplo, tal como la madre y la abuela de Timoteo le enseñaron la verdad de la Palabra de Dios. Guía a cada uno de mis queridos nietos hacia toda la verdad, y ruego que los hagas alcanzar una verdadera fe salvadora. Pues has prometido que los niños a los que se les enseña el camino en que deben andar, aun cuando sean viejos no se apartarán de él.
Ruego que los cubras con la sombra de Tu protección y amor, y que crezcan en la gracia, el discernimiento y la sabiduría durante sus vidas. Ruego que uses a cada uno de ellos en Tu servicio, para Tu gloria y alabanza. En nombre de Jesús,
Amén.
Querido Padre celestial, gracias por cada uno de mis queridos nietos que bondadosamente has traído a mi vida. Me dan mucha alegría y felicidad, por lo cual Te alabo y Te agradezco.
Señor, has planificado cada día de sus vidas, y ruego que cuando alcancen la adultez, los sigas guiando, orientando, instruyendo y corrigiendo. Padre, también ruego que hagas brotar en cada uno de ellos una perspectiva celestial y un verdadero entendimiento de la vida cristiana y de la madurez espiritual, para que así crezcan en la gracia y establezcan una relación correcta contigo.
Ruego que pongas al(la) cónyuge correcto(a) en la vida de cada uno de mis queridos nietos. Ruego que, con Tu gracia, les concedas el marido o la mujer que Tú elijas, para que juntos se conviertan en una cuerda de tres hilos contigo que no sea fácil de romper.
Muchas gracias, Señor, por cada uno de mis nietos. Dejo a cada uno de ellos en Tus manos. Que sientan Tu llamamiento en sus vidas, para que así se conviertan en hombres y mujeres poderosos que Te amen profundamente y que confíen en Ti implícitamente. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
“Por este niño oraba, y el SEÑOR me ha concedido la petición que le hice.”
Padre celestial amado, gracias por el don de mis queridos hijos, y qué privilegio es ver a mis nietos crecer y aprender sobre Ti. Gracias, Padre, por cada una de sus pequeñas vidas, y Te encomiendo a cada uno de ellos, Señor, y ruego que, con Tu gracia y amor, los rodees de Tu amor durante todas sus vidas.
Ruego que los cuides, los guíes, los sostengas y los protejas. Señor, que cada uno de ellos llegue a reconocerte como su Salvador personal, y que lleguen a comprender con profundidad todo lo que eres y todo lo que has hecho por ellos. Oh Señor, ruego fervientemente que cada uno de ellos Te acepte en sus corazones y en su vida como su Señor y Salvador.
Ruego que mientras pasan a la adolescencia y se convierten en adultos jóvenes, mantengas sus corazones y mentes enfocados en Ti y confiando en que Jesús atenderá todas sus necesidades. Protege a cada uno de ellos de las filosofías y la mentalidad del mundo que se oponen a la verdad de las Sagradas Escrituras, y que cada uno de ellos crezca en la gracia y se vuelva firme en su fe mientras madura en sabiduría y en discernimiento.
Protégelos de las perversidades de esta era, no los dejes caer en tentación, y ayúdales a vivir de manera piadosa y a convertirse en adultos responsables que les enseñen a sus hijos la maravillosa verdad de la Salvación a través de Jesucristo nuestro Señor. Ruego en Su nombre,
Amén.
Querido Amante Señor, me da mucha pena que mi querido nieto, a quien tanto amo, haya decidido alejarse de ti para aparentemente forjar un futuro sin Dios en su vida.
Señor, Tú sabes que a mi querido nieto se le ha enseñado la verdad de las Sagradas Escrituras desde que nació y que ha estado cubierto de plegarias incluso antes de haber nacido. Y Señor, Tú sabes que desde niño se le enseñó la verdad del Señor Jesús y que incluso prometió a temprana edad aceptarte como su Salvador. Padre, me acongoja y me da pena, y Te suplico que intervengas en su vida y lo vuelvas a acercar a Ti.
Padre, sé que nada puede arrebatarte a Tus corderos de Tus manos ni de las manos de Tu padre. Señor, confío en que mantendrás Tu mano sobre mi nieto para que así vuelva a Tus brazos amorosos de perdón.
Gracias, Señor, pues a pesar de que Te seamos indiferentes e infieles, Tú nunca Te rindes con nosotros. Señor, dejo el futuro de mi nieto en Tus manos, y ruego que, sin importar lo que haga falta, lo vuelvas a acercar al camino de la verdad. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.