Padre Celestial, gracias porque eres un Dios cuyas promesas son inquebrantables y Cuya palabra es justa y verdadera. Padre, has prometido enviar la lluvia en su tiempo para que la tierra y los árboles produzcan su fruto; sin embargo, Señor, la grave falta de lluvia ha hecho que esta tierra se convierta en una cuenca de polvo, y tememos que el trabajo de siembra y cosecha quede en nada si la lluvia no llega pronto.
Señor, Tu Palabra dice: "Él dará la lluvia de tu tierra en su tiempo, la temprana y la tardía, y recogerás tu grano, Tu vino nuevo y Tu aceite", y has prometido "lluvias del cielo y estaciones fructíferas, que llenarán de sustento y de alegría los corazones".
Señor, no merecemos Tu gracia, pero por amor de Tu santo nombre Te pedimos que riegues la tierra y nos brindes la lluvia que prometiste en esta estación. Rogamos en nombre de Jesús,
Amén.