Oraciones por las madres

Oración por aquellos que aman al Señor Jesús

Qué maravilloso amigo y Salvador eres, Señor Jesús, pues has cargado nuestro sufrimiento, has pagado el precio de nuestros pecados y nos has concedido las riquezas de Tu gracia, por el solo hecho de haber confiado en el Señor Jesús como nuestro Salvador.

Señor, no merecemos nada, y aun así nos has sentado en lugares celestiales junto a Cristo. Somos integrantes de la familia de Dios y ciudadanos del cielo. Y gracias, Señor, pues nos has dado al Espíritu Santo que habita en nosotros como una garantía por nuestra gloriosa herencia en Cristo, y porque durante nuestra permanencia en este mundo eres nuestra ayuda segura en los momentos de angustia.

Derrama en los corazones de todos nuestros hermanos y hermanas en Cristo Tu paz perfecta que trasciende nuestro limitado entendimiento. Cuando enfrentemos pruebas, déjanos encontrar nuestro descanso en Ti. Cuando enfrentemos el desánimo, danos Tu esperanza. Cuando enfrentemos la tristeza, brinda Tu júbilo a cada uno de Tus hijos, aquel júbilo que solo de Ti proviene, pues el júbilo del Señor es nuestra fortaleza. Y Padre, que Tu amor inunde los corazones de todos aquellos sobre los cuales es invocado Tu santo nombre.

Cuando enfrentemos tentaciones, danos Tu fortaleza para resistir en el día malo, y cuando estemos agobiados, déjanos depositar en Ti todas nuestras preocupaciones, sabiendo que Te preocupas profundamente de nosotros. Gracias, Padre. Rogamos en nombre de Jesús,

Amén.

Oración por aquellos que están perdidos y sin esperanza

Amante Señor y Padre celestial, sé que Tú no quieres que nadie perezca, sino que todos lleguen a tener fe en Jesucristo. Sin embargo, Señor, hay muchos que están muertos en sus transgresiones y pecados y se han separado de Ti, Señor, pues no han confiado en que el Señor Jesucristo es el único sacrificio por sus pecados. Ten piedad de todos los que no han alcanzado una fe salvadora en el Señor Jesús.

Señor, ruego que Tu Espíritu Santo convenza a muchos hombres y mujeres de sus pecados y de que necesitan confiar en el Señor Jesús como su Salvador. Rogamos que abras muchos corazones para que acepten que solo basta la sangre del inmaculado Señor Jesús para pagar los pecados de la humanidad.

Ayúdales a comprender que solo el Hijo justo de Dios y el Hijo perfecto del Hombre, el Señor Jesucristo, bastó para pagar el alto precio necesario para la redención del mundo. Pues solo Su sangre pudo lavarnos de nuestra maldad.

Ten misericordia, Señor, y haz que muchos no creyentes establezcan una relación correcta con Jesús, para que así también puedan recibir el júbilo de Tu Salvación. En nombre de Jesús,

Amén.

Oración por el cuerpo de Cristo

Padre celestial, gracias porque Te llevarás de este mundo a Tu propio pueblo. Gracias porque has prometido acompañar a todo el pueblo de Dios en todas las pruebas y dificultades de sus vidas.

Alivia los sufrimientos y sana el dolor que muchos enfrentan en este difícil momento. Llévate el miedo y las preocupaciones que nos hacen perder nuestra hermosa comunión contigo. Sosiega las preocupaciones y deja que todos aquellos sobre los cuales es invocado Tu nombre encuentren en Ti un descanso verdadero.

Señor, ruego que los integrantes de Tu Iglesia reconozcan quiénes son en Jesucristo. Ayúdale a cada integrante de Tu cuerpo a comprender la posición privilegiada que en Él tenemos. Somos un pueblo especial delante de los ojos de Dios, una generación elegida, un sacerdocio real, una nación santa, por lo cual alabamos Tu santo nombre.

Nos has sacado de las tinieblas y nos has iluminado con Tu maravillosa luz, y a cada uno de nosotros nos has dado vida eterna como Tu dádiva de gracia. Alabado sea Tu santo nombre. Rogamos en nombre de Jesús,

Amén.

Oración por todos los creyentes

Amante Señor, Te doy gracias porque Jesús vino a morir por los pecados de la humanidad, y aquellos que confían en Él no serán condenados, sino que tendrán vida eterna. Gracias, Señor, porque todos los creyentes son parte de Tu cuerpo, porque nos compraste por un precio, y porque nuestra ciudadanía está en el cielo junto a Ti para siempre.

Señor, oro por cada integrante de Tu cuerpo y, Señor, ruego que a medida que el día se ponga cada vez más malo, protejas y guíes a todos los que han sido comprados por la hermosa sangre de nuestro Señor Jesucristo.

Señor, ruego que santifiques Tu cuerpo y santifiques Tu Iglesia por el lavamiento del agua purificadora con Tu Palabra. Purifica a todos aquellos que son Tus hijos. Ayúdalos a acercarse entre sí durante estos días difíciles, para que se presenten ante Ti como una Iglesia santa, un Cuerpo santificado, sin ninguna mancha ni arruga ni ningún otro tipo de defecto. Que Tu Iglesia sea apartada para Ti, perfecta e intachable en todo sentido.

Acércate a cada uno de Tus hijos en pensamiento, palabra y acción, de manera de alabarte y honrarte. Ruego en nombre de Jesús,

Amén.