Señor, sé que a menos que el Señor construya aquella casa, el trabajo de sus constructores es en vano. Vigila todo lo que hoy haga en mi trabajo, Señor, y oro por todos aquellos a quienes llegue hoy por medio de esta obra que me has encomendado.
Déjame ser un trabajador digno, y que Tú seas el director de mi empresa y el supervisor de mis actividades y transacciones. Dame sabiduría en todas las decisiones que hoy debo tomar. Ruego poder demostrar honestidad e integridad en todos mis asuntos, ya sea en mi relación con la gente o en mis asuntos financieros o en el ámbito material de mi trabajo.
Señor, sé que sin Ti nada puedo hacer, pero también sé que me has prometido que a través de Cristo puedo hacer cualquier cosa, Quien me fortalece. Por tanto, Señor, confío en que bendigas mi empresa según Te parezca. Señor, ruego que mi empresa pueda prosperar contigo al mando. Ruego que en todas las cosas guíes y dirijas la senda de mi empresa. Déjame glorificarte en todos los asuntos de mi empresa. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Dios Padre, durante los últimos meses he presenciado el momento más crítico de toda mi trayectoria empresarial. Pareciera ser cada vez más la gente que enfrenta dificultades financieras, y las pequeñas empresas se encuentran en una situación donde sus familias fundadoras—que han visto pasar muchas generaciones—tienen que cerrar sus puertas. Señor, aunque mi corazón se llena de tristeza al ver a tantas personas en esta situación devastadora, sea cual sea la razon de su fracaso económico, confío en Ti y en nadie más.
Me faltan las palabras, Padre, pero qué bendición poder recitar la oración que el profeta Habacuc puso ante Ti hace tantos siglos, y aun así aquellas palabras parecieran tener tanta relevancia para las dificultades que muchos enfrentan hoy.
"Mi corazón late con fuerza y mis labios tiemblan, mis huesos se debilitan, y tiemblo donde estoy. Mas esperaré con paciencia al Señor. Aunque la higuera no eche brotes, ni haya frutos en las viñas, aunque falte el producto del olivo y los campos no produzcan alimento, aunque falten las ovejas del aprisco y no haya vacas en los establos. Con todo yo me alegraré del Señor, me regocijaré en el Dios de mi Salvación. El Señor Dios es mi fortaleza".
¡Alabado sea Tu santo nombre!
Amén.
Amante Señor y Padre celestial, las cosas se están poniendo difíciles en todo el mundo de los negocios, y lo mismo pasa con mi pequeña empresa. Sin embargo, sentí que Tu mano me guió hacia esta ocupación hace algún tiempo atrás, y has sido muy misericordioso conmigo, por lo cual bendigo Tu nombre. Padre, sé que de Ti y de tu plan provienen todas las cosas, pero también sé que Te apartas cuando un trabajo es finalizado.
Protege mi empresa, Señor. Señor, esa empresa que está fracasando, pues las cosas se han puesto muy difíciles, y a veces me pregunto si debo cerrar por completo las puertas a este trabajo o si debo esforzarme por mantenerlo. Por tanto, Señor, deposito en Ti esta carga, pues has llamado a todos los que están agobiados a depositar en Ti sus cargas, y has prometido llevarlas todas. Alabado sea Tu nombre.
Señor, Tú sabes que estoy acostumbrado a este trabajo y que no estoy preparado para aprender una habilidad nueva dentro de este panorama económico; sin embargo, Padre, quiero cumplir Tu voluntad, por lo que quisiera dejar toda mi empresa en Tus manos. Te pido que me digas qué debo hacer. Oriéntame, Señor, y guíame para hacer lo que sea más inteligente y dame sabiduría para tomar la decisión correcta. Padre, en Ti confío, pues todo lo que tengo es Tuyo, y has prometido atender todas mis necesidades, conforme a Tu gracia y las riquezas de Tu gloria.
Amén.
Padre celestial amado, hoy lucho arduamente por mi empresa. El panorama económico ha llevado a mi pequeña empresa próspera a quedar prácticamente paralizada, y he descubierto que no estoy en condiciones de pagar a algunos de mis acreedores. Igual de preocupante es que varias personas me deben dinero, pero no pueden pagarme, ya que también están luchando.
Señor, solo Tú puedes ayudarme, y Te doy gracias por todo lo que me has dado tan generosamente en el pasado. Hoy he venido a Ti a rogarte que, con Tu gracia, permitas que mi empresa supere esta lucha financiera, para así no endeudarme y estar en condiciones de cumplir con los pagos que debo hacer.
Señor, dejo todas estas dificultades en Tus manos. Confío en Ti, Padre. Señor, hoy recuerdo un versículo del Salmo 37: "Yo fui joven, y ya soy viejo, y no he visto al justo desamparado ni a su descendencia mendigando pan". Señor, este también es mi testimonio. Has sido muy misericordioso conmigo durante toda mi vida, y Te confiaré esto también. Señor, dejo mi futuro en Tus manos,
Amén.
Señor, ruego que hoy hagas resplandecer la luz de Tu gracia y paz en mi pequeña empresa, y Te doy gracias por haberme puesto en esta posición de responsabilidad. Ruego que bendigas a cada uno de mis colegas y a todos los que se crucen por mi senda durante el día de hoy.
Déjame ser sabio en mis elecciones, justo en mis decisiones, honesto en mis relaciones, y que seas Tú Quien dirija y gobierne mis acciones y actitudes durante el día de hoy. Dame integridad en mis relaciones con mis clientes y sabiduría en caso de que hoy surjan dificultades. Vigila todos los componentes eléctricos y electrónicos, las computadoras y todo lo que necesitamos para operar nuestra empresa sin complicaciones.
Te doy gracias por mis colegas y clientes que conocen y aman al Señor Jesús, pero también ruego que abras los corazones de aquellos que no han aceptado a Jesús como su Salvador personal ni que han recibido Tu maravillosa gracia salvadora. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.