Señor, sé que a menos que el Señor construya aquella casa, el trabajo de sus constructores es en vano. Vigila todo lo que hoy haga en mi trabajo, Señor, y oro por todos aquellos a quienes llegue hoy por medio de esta obra que me has encomendado.
Déjame ser un trabajador digno, y que Tú seas el director de mi empresa y el supervisor de mis actividades y transacciones. Dame sabiduría en todas las decisiones que hoy debo tomar. Ruego poder demostrar honestidad e integridad en todos mis asuntos, ya sea en mi relación con la gente o en mis asuntos financieros o en el ámbito material de mi trabajo.
Señor, sé que sin Ti nada puedo hacer, pero también sé que me has prometido que a través de Cristo puedo hacer cualquier cosa, Quien me fortalece. Por tanto, Señor, confío en que bendigas mi empresa según Te parezca. Señor, ruego que mi empresa pueda prosperar contigo al mando. Ruego que en todas las cosas guíes y dirijas la senda de mi empresa. Déjame glorificarte en todos los asuntos de mi empresa. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.