Señor, Te damos gracias porque eres nuestro Dios y Padre, y solo Tú eres digno de todo nuestro honor y alabanza, ya que nos has sacado del lodo cenagoso y has puesto nuestros pies sobre la Roca de nuestra Salvación, Que es Jesucristo nuestro Señor. Gracias porque tienes las palabras de la vida eterna, y gracias por Tu hermosa promesa de que nada en el cielo ni en la tierra puede separarnos de Tu amor en Jesucristo nuestro Señor. Solo Tú eres digno de nuestra lealtad y amor, y Te alabamos, pues podemos descansar a salvo en Tus brazos, sabiendo que tienes las palabras de la vida eterna.
Señor, mientras navegamos por este mundo de pecado, Te damos gracias porque has prometido acompañarnos, sin importar las dificultades y los peligros que se crucen por nuestra senda. Rogamos que nos protejas de todos los peligros, los problemas y las persecuciones con los que podamos encontrarnos, y haznos permanecer firmes hasta el final y perseverar en medio de todas las pruebas que enfrentemos. Gracias porque no hay situación en la vida que se escape a Tu jurisdicción y porque tienes cada circunstancia cubierta con Tu gracia suficiente. Señor, mientras atravesamos este mundo enfermo de pecado, haznos mantener nuestra confianza en Ti y dejar todas nuestras necesidades en Tus manos, pues sabemos que el que está en nosotros es más poderoso que el que está en el mundo. Rogamos en nombre de Jesús,
Amén.