Padre celestial, quiero agradecerte por Tu gracia y misericordia hacia mí y hacia todas las personas. Señor, dudo en acercarme a Ti respecto al tema de la riqueza, pues sé que hay mucho abuso de ella, no solo al adquirirla y acumularla por medios sospechosos o dudosos, sino que en particular al rogarte que la brindes, principalmente por parte de aquellos que descarrían a las personas y que a menudo sugieren el uso de una fórmula de oración con el fin de torcer Tu brazo y obtener la prosperidad que creen merecer, en lugar de buscarte por la provisión que en realidad necesitan.
Señor, mientras Te presento mi petición, ruego que guíes con sabiduría mis oraciones al pedirte "riqueza". Señor, no me refiero a una cantidad exorbitante de riqueza, sino Te pido que me brindes los medios suficientes para así no desalentarme a causa de mi pobreza y mi escasez.
Señor, sé que has prometido atender las necesidades de todos Tus hijos, pero me encuentro en una situación en la que apenas sé qué camino tomar respecto a mis finanzas. Además, siempre me asalta la tentación de adquirir dinero de forma impía o por medios deshonestos. Señor, la Biblia contiene un versículo en el que alguien ora: "No me des pobrezas ni riquezas".
Señor, he venido a Ti a pedirte que me brindes generosamente la riqueza suficiente, pero también ruego que no me dejes caer en la actitud avara que tanto prevalece en aquellos que gozan de gran abundancia.
Señor, me arrodillo con humildad a Tus pies, pues sé que soy incapaz de atender mis necesidades y las de mi familia como corresponde. En nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, ruego que me impidas amar el dinero y desear adquirir más y más, pues sé que el amor al dinero es el origen de todo mal, y ruego que me ayudes a contentarme con lo que tengo. Sin embargo, Señor, también Te suplico que no me dejes caer en la codicia ni en la envidia hacia aquellos que gozan de mayor riqueza mundana.
Padre, me cuesta no desear tener más y, en ocasiones, he tenido envidia de las personas adineradas; por lo tanto, haz brotar en mí el espíritu adecuado hacia la riqueza y las cosas materiales, y no me dejes tener pensamientos codiciosos ni inclinaciones carnales. Perdóname por los momentos en que he sucumbido a una actitud envidiosa y a una mentalidad resentida. En el fondo de mi corazón, sé que está mal.
Señor, quiero desarrollar una mentalidad adecuada hacia la riqueza y el dinero, pues sé que aquellos que confían en sus riquezas inevitablemente caerán. Señor, busca dentro de mí y renueva la firmeza de mi espíritu, y ayúdame a desarrollar un corazón agradecido por lo que tengo, pues sé que esto Te complace. En nombre de Jesús,
Amén.
Señor, sé que la Biblia a menudo contiene un principio que dice que "cosechamos lo que sembramos", y también sé que algunos inescrupulosos han sugerido que puede usarse prácticamente como una fórmula mágica que cualquiera puede aplicar al orar, lo cual sé que es contrario a la Biblia.
Señor, quiero pedirte que me permitas comprender cómo sembrar conforme a la Biblia, para que a su debido tiempo pueda cosechar en Tu gloria, ya sea mi dinero, mi tiempo, mis talentos, mis dones o simplemente a mí mismo. Señor, quiero usar de la mejor manera todo lo que generosamente me has dado, no por motivos egoístas, sino que para glorificar Tu nombre, pues de Ti proviene todo lo que tengo, y tan solo quiero devolverte lo que generosamente me has dado. Señor, tan solo deseo ser un buen administrador y un fiel servidor con todo lo que me has dado.
Señor, no sé la mejor manera de usar lo que me has dado. No sé cómo sembrar de la forma que Tú quieres. Sé que he cometido muchos errores en el pasado, por lo que hoy he venido a Ti a pedirte que me enseñes, Señor. Enséñame a contar mis días y a usar de la mejor manera todo lo que me ha brindado Tu mano de bendición, incluido mi dinero, mi tiempo, mis talentos, mis dones y yo mismo.
Señor, dejo en Tus manos todo lo que tengo y ruego que a su debido tiempo sea provechoso. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Querido Padre celestial, me has bendecido con abundante riqueza, y Te doy gracias por todo lo que me has brindado tan generosamente. Señor, quiero agradecerte con todo el corazón y Te pido que me des sabiduría para saber la mejor manera de usar esta riqueza, que creo que Tu mano generosa me ha encomendado, por lo cual Te alabo y Te agradezco.
Ayúdame a no ser egoísta al usar mi riqueza, y ruego que tampoco me dejes ser necio, pues creo que este es un recurso que puede usarse para bien y para mal. Señor, ruego que me ayudes a usar la abundancia que bondadosamente me has concedido de manera sabia y de forma de glorificarte.
Señor, sé que hay muchas personas que buscan personas adineradas de forma malintencionada, y Te pido que me des discernimiento con todas las personas que conozca. Señor, dame sabiduría para usar mi riqueza de manera sabia. En nombre de Jesús,
Amén.
Padre, sé que Tu Palabra no nos promete riqueza y, de hecho, Señor, al leer las Sagradas Escrituras pareciera que la Biblia rechaza la búsqueda y la acumulación de la riqueza y aborrece todas las formas de prácticas deshonestas; sin embargo, en este mundo pareciera que se nos alienta a buscar la riqueza, y a menudo escuchamos que los predicadores nos dicen que la riqueza es una señal del favor de Dios, mientras que la pobreza es una señal de Su indignación.
Señor, no me dejes caer en la pobreza y ayúdame a contentarme con lo que me has dado y a ser agradecido en todas las situaciones en las que me encuentre. No dejes que me atrape el afán de riqueza, pues sé que con facilidad podría sentirme tentado a buscar la riqueza a costa de mi crecimiento espiritual.
Padre, quiero seguir Tu llamamiento de acumular tesoros en el cielo y no dejarme llevar por la mentalidad del mundo, pues realmente creo que a menos que uno sea muy cuidadoso y sabio, la riqueza puede convertirse en una espina en la carne y comenzar a ser amo en vez de siervo.
Señor, manten mis ojos puestos en el cielo, pues sé que mi futuro yace en la recompensa en los cielos y no en la riqueza de este sistema mundial. Bríndame todo lo que necesito y haz brotar en mí una actitud de gratitud por todo lo que generosamente me has brindado durante mi estadía en este mundo mientras espero aquel día en que me llames a casa para estar junto a Ti por siempre. Gracias en nombre de Jesús,
Amén.