Padre celestial amado, gracias por todo el personal pastoral de nuestra familia eclesial y por habernos brindado un equipo tan dedicado de hombres y mujeres que trabajan arduamente en Tu servicio. Señor, ruego que cada uno de ellos Te mantenga en el centro de sus vidas y que se entregue a Ti en pensamiento, en palabra y en acción.
Dales sabiduría piadosa día a día mientras desempeñan la obra ministerial que se les ha asignado, y no dejes que adopten las acciones y las actitudes del mundo, para que así puedan cumplir con Tu obra en este lugar.
Ayúdales a no reaccionar a las cosas urgentes a costa de las cosas importantes. No dejes que se cansen de hacer el bien ni que se desanimen en sus diversos deberes, e impide que intenten realizar tareas con su propia fortaleza y sabiduría, más bien ruego que aprendan a descansar en Tu amor y estar abiertos a Tu voz.
Señor, dale a cada integrante de nuestro personal pastoral un corazón servicial y un espíritu preocupado por todo el cuerpo de Cristo. Que sigan creciendo en la gracia y que manifiesten en sus vidas y en sus hogares un amor genuino por aquellos a quienes ministran y un amor profundo por el Señor Jesús, en Cuyo nombre oro,
Amén.
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Querido Padre celestial, oro por las esposas de los líderes de nuestra Iglesia, pues sé que esta suele ser una vocación difícil y solitaria. Ruego que les des la gracia y la sabiduría para que apoyen a sus esposos en su importante vocación, y que sean un apoyo piadoso y una fuente de ánimo para las diversas tareas que se les han encomendado.
Gracias por cada una de ellas, y ruego que sean dotadas de la sabiduría y la gracia para que apoyen a sus esposos de manera bíblica, de manera que sus vidas sean testimonio del amor y de la gracia del Señor Jesucristo en sus vidas.
Ruego que las protejas de las asechanzas del diablo, que intentará perturbar sus hogares, familias, matrimonios y deberes, y ruego que aprendan a permanecer firmes en Cristo durante las pruebas y las dificultades de la vida que inevitablemente tendrán que enfrentar. Que crezcan en la gracia y el conocimiento de Jesucristo, y que sus hogares sean un lugar de paz y júbilo en el Señor. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Querido Señor, gracias por nuestro pastor. Ruego que Tu Espíritu Santo lo guíe y lo oriente en todos los deberes que se le han encomendado. Señor, mantenlo siempre dispuesto a escuchar Tu voz y dale un corazón que busque acercarse cada día más a Tu corazón de amor.
Que descanse en Ti y que obtenga toda Su fortaleza a través de Ti. Dale la pasión para ensalzar al Señor Jesús en cada aspecto de su ministerio. No dejes que sus deberes pastorales lo mantengan excesivamente ocupado, y que aprenda a descansar en Ti y a esperar Tu orientación y, Señor, ruego que lo mantengas cerca de Ti en pensamiento, en palabra y en acción, para que así sus motivaciones y su actitud se mantengan puras.
Protege y guía su vida hogareña, a su esposa y a sus hijos, y mantenlos unidos en su amor el uno por el otro y por Ti. Impide que surja cualquier resentimiento cuando el deber lo llame, más bien deja que su hogar y su familia se conviertan en un lugar de ánimo y renovación para su alma. Que también sea un lugar donde Tú permanezcas como la figura central.
Protege a nuestro pastor y a su familia de los ataques del enemigo y de las críticas que persiguen a los hombres que quieren enfocarse en Cristo. Guíalos y no dejes que los tiente la lujuria del mundo ni la lujuria de la carne, y tampoco dejes que desarrollen actitudes soberbias.
Señor, dale a nuestro pastor integridad y gracia en todos sus deberes, y que se regocije en el Señor, para que así su vida y su ejemplo sea un testimonio maravilloso ante los demás, y para que así Te pueda glorificar a través de su ministerio. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre amado, Te doy gracias por los líderes de nuestra Iglesia que has nombrado.
Ruego que amen a Jesús con todo su corazón, alma, mente y fuerza, y que su ministerio nunca les arrebate a su primer amor, Jesucristo. Ruego que amen y sirvan a sus esposas y a su familia con alegría en el corazón, y que su familia sienta amor por su ministerio y no le guarde rencor por haberle "arrebatado" a su esposo y papá.
Ruego que manifiesten pasión, convicción y dedicación hacia su llamamiento y hacia Jesucristo. Ruego que caminen con confianza y se arrodillen con humildad como pastores bondadosos que cuidan a sus ovejas. Ruego que su fe y ministerio se mantengan firmes en contra de aquellos que los ataquen, difamen, perjudiquen o injurien. Ruego que su enseñanza y predicación sea precisa, verdadera, audaz, convincente, alentadora, ungida y se centre en Cristo. Ruego que Dios los proteja de la fatiga y de la depresión. Ruego que nunca sean víctimas de la envidia, los celos, la inseguridad ni la comparación. Ruego que manifiesten santidad y pureza en contra de la lujuria, los romances, el amor al dinero y la soberbia.
Ruego que puedan descansar espiritual y físicamente y que sepan que no llevan a cabo su ministerio, sino que el de Dios. Ruego que terminen mejor que cuando empezaron. Ruego que dediquen tiempo a divertirse, hacer las cosas que les gustan, pasar tiempo con sus esposas y jugar con sus hijos, e irse lejos a menudo para encontrar paz y soledad. Ruego que Dios forme personas que los ayuden, les sirvan, los honren, los alienten, oren por ellos, los regañen y los protejan.
Ruego que el ministerio, la enseñanza, la predicación y la orientación nunca se conviertan en una tarea rutinaria para ellos, sino que siempre sea una alegría y una bendición servir al Señor y a Su pueblo con bondad y felicidad, y que disfruten cada aspecto de la orientación que brindan, ya sea fácil o difícil, por la gloria de Dios.
Amén.
Querido Señor, oro por todos los que ocupan una posición de liderazgo en nuestro gobierno, tanto a nivel local como nacional. Que sean dotados de sabiduría, fortaleza y justicia para administrar sus deberes de una forma que sea correcta y complaciente delante de Tus ojos.
Dales la sabiduría para administrar la ley de manera correcta y justa y tomar sus determinaciones y decisiones en temor al Señor.
Impide que nuestros líderes promulguen leyes humanistas, pues son contrarias a Tu verdad. Impide que a sus conciencias las cauterice todo lo que hoy inunda los pasillos del poder mundial y dales sabiduría, perspectiva e integridad en las decisiones que deban tomar, y déjanos vivir en paz en esta tierra mientras esperamos el día en que el Señor Jesucristo regrese para llevarse a Su Iglesia para estar junto a Él en el cielo. Rogamos en nombre de Jesús,
Amén.