Padre celestial amado, gracias por todo el personal pastoral de nuestra familia eclesial y por habernos brindado un equipo tan dedicado de hombres y mujeres que trabajan arduamente en Tu servicio. Señor, ruego que cada uno de ellos Te mantenga en el centro de sus vidas y que se entregue a Ti en pensamiento, en palabra y en acción.
Dales sabiduría piadosa día a día mientras desempeñan la obra ministerial que se les ha asignado, y no dejes que adopten las acciones y las actitudes del mundo, para que así puedan cumplir con Tu obra en este lugar.
Ayúdales a no reaccionar a las cosas urgentes a costa de las cosas importantes. No dejes que se cansen de hacer el bien ni que se desanimen en sus diversos deberes, e impide que intenten realizar tareas con su propia fortaleza y sabiduría, más bien ruego que aprendan a descansar en Tu amor y estar abiertos a Tu voz.
Señor, dale a cada integrante de nuestro personal pastoral un corazón servicial y un espíritu preocupado por todo el cuerpo de Cristo. Que sigan creciendo en la gracia y que manifiesten en sus vidas y en sus hogares un amor genuino por aquellos a quienes ministran y un amor profundo por el Señor Jesús, en Cuyo nombre oro,
Amén.