Querido Señor Jesús, a veces me siento muy agotado y cansado mientras intento cumplir con mis deberes y tareas cotidianos. Señor, ayúdame a alejarme de los asuntos del día y a dedicar tiempo a tan solo esperarte, pues has prometido que aquellos que Te esperan tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
Señor, a menudo intento hacer cosas con mi propia fortaleza, y recién una vez que me canso se me ocurre hacer algo para permanecer conscientemente en Ti y depositar en Ti todas mis preocupaciones. Enséñame, Señor, a permanecer completamente en Ti minuto a minuto, y a esperarte como mi primera opción y no como último recurso.
Ruego que me enseñes qué significa realmente esperar al Señor y permanecer en Ti minuto a minuto. Señor, ayúdame a depositar en Ti todas mis cargas y enséñame a esperarte en cada situación. Gracias por escuchar mi oración. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, Te doy gracias porque has comenzado una buena obra en mí y confío en que la terminarás en el día de Jesucristo; sin embargo, oh Padre, una parte de mí quiere levantarse y hacer cosas por Ti, y me cuesta mucho esperar Tu momento y Tu orientación en mi vida, pero sé que esto es lo que quieres que haga.
Te pido que me enseñes a esperarte con paciencia y a descansar en Tu amor, pues sé que has planificado cada día de mi vida. Dame la valentía y la sabiduría para guardar silencio y esperar con paciencia, serenidad y expectativa, pues sé que Tu momento es perfecto y que conoces los planes que has preparado para mi vida, aunque yo no los conozca.
Padre, confío en Ti y Te amo. Te alabo y Te agradezco, pues Tu gracia me basta, sin importar lo solitaria que sea mi vida o lo rutinaria que sea la senda por la que ando. Gracias, Padre, pues me acompañas en cada momento del día. Gracias, pues eres un Dios fiel que terminará la buena obra que has comenzado en mí, en Tu momento y a Tu manera. Alabado sea Tu nombre por los siglos de los siglos,
Amén.
Padre amado, ruego que me enseñes a esperarte con paciencia y devoción, y a comprender por completo qué significa realmente esperar al Señor. Ayúdame a guardar silencio ante Ti, a escuchar Tu voz a través de Tu Palabra y a permanecer en Ti.
No me dejes inquietarme ni preocuparme, sino déjame aprender más sobre Ti. Acércame a Ti y aléjame de cualquier pensamiento soberbio, más bien enséñame a tener un corazón humilde, pues sé que Tu deseo para todos Tus hijos es que obremos con justicia, tengamos misericordia y caminemos con humildad ante Ti.
Y ruego que, mientras aprendo a esperarte y a profundizar en Tu Palabra de verdad, pueda glorificar Tu nombre en todas las cosas. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Querido Dios Padre, gracias por haber enviado a Jesús, Que fue el ejemplo perfecto de un hombre Que caminó en espíritu y en verdad y Que esperó a Dios. Un hombre con un corazón servicial y con el deseo de cumplir Tu voluntad. Gracias por Jesús, Que durante toda Su vida demostró ser una persona que Te esperaría en cada situación y que haría solo aquellas cosas que aprendiera de Ti.
Padre, con el poder del Espíritu Santo, ruego también poder aprender a esperarte y a descansar tranquilamente en Tu voluntad. Señor, quiero despojarme de mí mismo, para así llenarme de Ti.
Gracias, pues Jesús es nuestro ejemplo digno, así como nuestro Redentor y Salvador. Y puesto que Jesús ahora es mi vida, ruego poder vivir como Él lo hizo;
una vida guiada por el Espíritu.
Una vida que camine en espíritu y en gracia.
Una vida que busque cumplir Tu voluntad.
Una vida que Te espere con paciencia y expectativa.
Pues Te pertenece todo el poder, la sabiduría, la majestad y la fortaleza, y sin Ti nada puedo hacer. Ayúdame a seguir el ejemplo de Jesús, y en Su nombre oro,
Amén.
Señor, ayúdame a guardar silencio ante Tu presencia y a esperarte con paciencia y serenidad tal como lo hizo el salmista. Innumerables y hermosas son las promesas que has hecho a Tus hijos, y deseo descansar en ellas mediante la fe y permanecer en Ti minuto a minuto, para así alabar Tu santo nombre.
Te doy gracias, Señor, porque escuchas todas las oraciones de Tus hijos y porque incluso antes de llamarte, has prometido respondernos. También Te doy gracias porque me enseñas específicamente que, aunque la respuesta tarde en llegar, a través de ello haces brotar en mí paciencia y confianza en Ti y me permites fortalecer mi fe en Tu Palabra, pues Tu Palabra es verdadera y eres un Dios fiel y misericordioso.
Gracias, Señor, pues Tu Palabra se arraiga en lo profundo de mi corazón. Ruego no fatigarme cuando las respuestas tarden en llegar, más bien poder descansar con paciencia y tranquilidad en Tus promesas inquebrantables, mientras Tu Espíritu Santo hace su obra dentro de mi corazón. Hazme amarte más y depender más de Ti, para así asemejarme más al Señor Jesús en cada ámbito de mi vida, sobre todo en el ámbito de la paciencia, mientras confío en Tu momento perfecto. En nombre de Jesús,
Amén.