Padre amado, ruego que me enseñes a esperarte con paciencia y devoción, y a comprender por completo qué significa realmente esperar al Señor. Ayúdame a guardar silencio ante Ti, a escuchar Tu voz a través de Tu Palabra y a permanecer en Ti.
No me dejes inquietarme ni preocuparme, sino déjame aprender más sobre Ti. Acércame a Ti y aléjame de cualquier pensamiento soberbio, más bien enséñame a tener un corazón humilde, pues sé que Tu deseo para todos Tus hijos es que obremos con justicia, tengamos misericordia y caminemos con humildad ante Ti.
Y ruego que, mientras aprendo a esperarte y a profundizar en Tu Palabra de verdad, pueda glorificar Tu nombre en todas las cosas. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.