Cuánto Te agradezco, Padre celestial, por mi queridísima abuela. Siempre ha sido una fuente especial de apoyo y ánimo para mí, sobre todo durante mi niñez, cuando comenzaba a descubrir la vida. Me ha brindado su gentil sabiduría y buenos consejos, y nunca me ha juzgado, sino que siempre ha sido justa y amable.
Gracias por el maravilloso ejemplo que ha sido durante toda mi vida de una mujer piadosa que ama a Jesús más que a nadie, y por la forma única en que me anima amorosa y suavemente a acudir a Ti en todas las circunstancias de mi vida. Gracias por haberla puesto en mi vida. Gracias porque he tenido la oportunidad de aprender mucho de ella, debido a su conocimiento de las Sagradas Escrituras y su regocijo en acudir en oración a Ti día a día.
Señor, ahora que envejece, ruego que la sigas rodeando con Tus brazos amorosos y la protejas del peligro. Cuídala, guíala, protégela y atiende todas sus necesidades. Acércala cada vez más a Ti. En nombre de Jesús,
Amén.
Querido Señor Jesús, Te agradezco por mi hermosa vida y por la maravillosa manera en que has prometido acompañarme cada día. Gracias por haberme cuidado durante otra noche y por el don de un nuevo y maravilloso día. Grandiosa es Tu fidelidad.
Señor, ruego que mientras me preparo para levantarme, lavarme y vestirme, des fortaleza a mis piernas y me apoyes en mis deberes cotidianos. Ruego que me des la fortaleza para mantenerme ocupada en mi pequeña cocina y me protejas de cualquier peligro que surja.
Ruego que me acompañes cuando vaya a comprar, y Te pido que, con Tu bondad, pongas en mi senda a las personas Que Tú elijas. Y ayúdame a ser un testigo digno de Tu gracia y bondad ante todos aquellos con los que me reúna, no solo en lo que digo, sino que en mi forma de pensar y actuar.
Gracias por mis hijos maravillosos y por cada una de sus vidas, y sobre todo, gracias Señor por los hermosos nietos que has puesto en mi vida, y por haberme concedido la alegría de verlos crecer y convertirse en los pequeños seres que han bendito mi alma. Señor, dótalos de Tu gracia celestial, enriquécelos con un conocimiento salvador del Señor Jesús, que cada uno de ellos crezca en la gracia y el conocimiento de su Salvador y, por último, Señor, llévalos a casa a descansar a salvo en Tus brazos eternos.
Señor, sé que no me estoy haciendo joven, pero confío en que me llevarás en las alas de un águila y le darás un cántico de alabanza a mi corazón durante el día. Déjame descansar en Tu amor y permanecer en Tu gracia hasta que decidas llevarme para estar junto a Ti, pues en Tu mano están mis años. Gracias, Señor. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Querido Señor Jesús, mi querida abuela está confinada a la cama, ya que ha perdido la fuerza de sus piernas, y pasa mucho tiempo acostada o sentada en una silla. Señor, debido a esto, le han aparecido algunas escaras horribles en la espalda y, Señor, son muy dolorosas, a pesar de que no se queja al respecto.
Señor, Te pido que las sanes. Ayúdanos a encontrar el ungüento adecuado para poder sanarlas, y danos sabiduría mientras intentamos cuidarla y mantenerla lo más cómoda posible con estas espantosas escaras.
Te doy gracias por mi abuela, que es una mujer muy bondadosa y que ha sido una maravillosa fuente de ánimo para mí en mi vida. Mantente cerca de ella, Señor, y ruego que la sanes, y Te doy gracias por su vida y testimonio. En nombre de Jesús,
Amén.
Querido Señor, solo quiero traer ante Ti a mi querida abuela. Señor, ella nunca ha querido prometer que Te seguirá ni que confiará en Jesús como su Salvador; sin embargo, Señor, está envejeciendo y probablemente no le queda mucho tiempo en este mundo. Señor, quiero que mi amada abuela esté con nosotros en el cielo, pero hasta ahora se ha mostrado muy reacia al evangelio de Cristo.
Señor, ruego que la convenzas de su pecado y de que necesita un Salvador. Ruego que pueda volverse a Cristo antes de dejar este mundo, sabiendo que si se niega a hacerlo, tendrá que enfrentar la separación eterna de Ti, Padre.
Señor, amo a mi abuela y sé que Tú también la amas. También sé que Tú no quieres que nadie perezca, sino que todos se arrepientan. Señor, Te pido que la visites y ruego que acepte al Señor Jesús como su Salvador personal antes de que sea demasiado tarde. En nombre de Jesús,
Amén.
Querido Dios, solo quiero traer ante Ti a mi querida abuela, ya que está bastante enferma, y lo único que Te pido, Señor, es que la toques con Tus manos sanadoras y la hagas recuperar su salud y fortaleza por completo. Señor, también sé que está envejeciendo y que su salud se ha deteriorado con bastante rapidez durante los últimos meses.
Padre, sé que en Tu mano están nuestros años y que todo tiene su tiempo y, Señor, también se que la vida no se prolonga indefinidamente; no obstante, ruego que le devuelvas su salud.
Señor, acompáñala en su enfermedad, y que sienta Tu presencia. Ruego que atiendas todas sus necesidades y, Señor, Te pido que los médicos identifiquen los medicamentos correctos para acelerar su recuperación. Mantenla cerca de Ti y de Tus brazos amorosos, y que encuentre el descanso en Ti, sobre todo durante este período de enfermedad. Ruego en nombre de Jesús.
Amén.