Que el Señor bendiga y cuide a todos los que hoy están enfermos. Que el rostro del Señor resplandezca sobre todos los que luchan con una mala salud y una enfermedad física, mental o espiritual, y que el Señor refleje la luz resplandeciente de Su hermoso rostro en todos aquellos que hoy combaten diversas enfermedades, trastornos y problemas de salud.
Que ascienda con Sus alas sanadoras y que tenga profunda compasión y misericordia de todos los que hoy necesitan Su fortaleza. Que derrame en todos los corazones la paz y el amor que solo del Padre provienen, a través de la persona del Señor Jesucristo, en Cuyo nombre oro,
Amén.
“{pidiendo} que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de El.”
Querido Dios Padre, gracias por Tus numerosas bendiciones que recibimos a diario y, sobre todo, por el maravilloso don de la salvación, que todos hemos recibido por el solo hecho de confiar en Jesús como nuestro Salvador. Gracias, pues Él murió para recibir el castigo que merezco por mis pecados y resucitó para derribar el poder del pecado y de la muerte en mi vida. Cuánto Te alabo y Te adoro por todas Tus bendiciones.
Señor, Te doy gracias por mi vida. Sé que somos una creación maravillosa, y que cada parte de nuestro cuerpo es un milagro, pero hoy he venido a Ti ya que mi cuerpo no está bien y mi salud pareciera desfallecer. Siempre he tenido muy buena salud, Señor, por lo cual Te alabo, pero recientemente he sufrido varias dolencias no relacionadas y, Señor, me siento muy mal, y ruego que Tu toque sanador se pose sobre mi vida.
Acompáñame Señor, así como a todos los que enfrentan problemas similares en sus vidas. Señor, pareciera que muchas personas a las que conozco padecen de algún tipo de problema de salud, y solo Te pido que visites a cada uno de nosotros en este momento de enfermedad, extiendas Tu mano sanadora en cada una de nuestras vidas y nos devuelvas la salud.
Gracias, pues eres un Dios Que escucha y responde nuestras oraciones. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
“El SEÑOR lo sostendrá en su lecho de enfermo; en su enfermedad, restaurarás su salud.”
Padre celestial, pareciera que varias dolencias me han golpeado al mismo tiempo, y los médicos no saben por qué ha ocurrido esto ni qué tratamiento darme. Señor, Tú sabes exactamente qué le pasa a mi cuerpo, y Te pido que me encamines hacia el tratamiento correcto, no solo para ocultar las afecciones que han invadido mi cuerpo, sino que para encontrar la raíz del problema y poder curarla.
Señor, sé que somos una creación admirable, y que incluso sabes cuántos cabellos hay en mi cabeza. Me conocías antes de que naciera y planificaste cada día de mi vida, así que esta enfermedad no es nada inesperado para Ti. Ruego que me sanes, de la forma que mejor Te parezca.
Señor, ruego que me digas qué debo hacer. Si debo cambiar mis hábitos alimentarios, eliminar algo de mi dieta o hacer algo que no se me haya ocurrido, Te pido que me guíes o hagas que otra persona me aconseje.
Señor, Te espero y ruego que, en Tu momento y a Tu manera, no solo hagas que mi cuerpo recupere su salud y fortaleza por completo, sino que le des Tu paz y serenidad a mi corazón, pues sé que en todas las cosas estoy a salvo en los brazos de mi Salvador, en Cuyo nombre oro,
Amén.
“Y aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos.”
Oh Señor, estoy enfermo, tengo miedo y estoy solo, pues no tengo a nadie que me cuide. No tengo a nadie a quien le interese, y me siento perdido, solo y muy vulnerable. Y ahora, Señor Jesús, he contraído esta enfermedad y me siento muy enfermo. Señor, Te pido que me ayudes a recuperarme pronto, y ruego que eleves mi espíritu debilitado.
Señor, en el fondo de mi corazón sé que no estoy solo, pues Tú estás conmigo, que es la verdadera razón por la que ahora he venido a Ti en oración, ya que prometiste acompañarme y nunca abandonarme ni desampararme, incluso si todos los demás lo hacen. Ruego que me acompañes ahora y extiendas Tu mano sanadora de bendición y me toques, Señor. Te pido que me hagas sentir mejor, no solo en mi cuerpo, sino que también en mi vida.
Gracias, pues puedo invocarte en la adversidad, en la enfermedad o en la soledad, y sé que siempre estás allí para escucharme, responderme, sanarme, consolarme y ayudarme. Señor, ruego que me ayudes a aplicar esta verdad en mi vida, no solo cuando esté enfermo, sino que todos los días,
Amén.
“Dios prepara un hogar para los solitarios; conduce a los cautivos a prosperidad; sólo los rebeldes habitan en una tierra seca.”
Amante Señor, tan solo quiero encomendarte a mi querida amiga, que durante muchos años me ha consolado y me ha dado fortaleza, pero que últimamente ha sido internada en un hospital para enfermos terminales donde pasará sus últimas semanas de vida con dignidad y respeto, mientras se le va la vida. Señor, sé que la voy a extrañar mucho.
Acompáñala, Señor, en todo momento de día y de noche. Gracias, Padre, porque la van a cuidar en un ambiente afectuoso y comprensivo. Acompaña al personal que la atenderá mientras se le escapa la vida y, Señor, ruego que esté muy consciente de Tu presencia cada momento del día.
Señor, sé que está preparada y que anhela reunirse contigo cara a cara, y Te pido que la mantengas lejos del dolor y del sufrimiento que a menudo acechan cuando se acerca la muerte. Pero alabado sea Dios porque la tumba ha perdido su terrible aguijón y la muerte ha perdido su victoria a través de la muerte y la resurrección del Señor Jesucristo. ¡Alabado sea Tu santo nombre!
Señor, sé que voy a extrañar a mi querida amiga, pero mi tristeza está maravillosamente teñida de esperanza y júbilo, pues sé que pronto estaremos juntas en Tu compañía, donde estaremos libres de toda enfermedad y tristeza, y que secarás las lágrimas de nuestros ojos. Gracias, Señor, en nombre de Jesús,
Amén.
“Jesús le dijo:
Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá,”