Querido Señor Jesús, ruego que, sin importar si tengo poco o mucho, tomes lo que tengo y lo uses para glorificarte. Cuando sean tiempos difíciles, ayúdame a no ser tacaño y, cuando tenga abundancia, dame sabiduría para compartir todo lo que me has dado.
Ayúdame a discriminar mis ofrendas, y haz brotar en mí la alegría y el júbilo de la generosidad que tanto complace a Tu corazón.
Ruego que me guíes en cualquier ofrenda y dádiva que haga, y dame la sabiduría para distinguir una necesidad verdadera de una falsa. Padre amado, hoy hay muchos ministros que piden de manera insistente dinero y fondos. Ruego que me guíes para dar con sabiduría, y dame discernimiento para saber a quién apoyar y a quién evitar. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, Te doy gracias por los pastores y los ministros que has enviado para que me enseñen Tu Palabra y sean un apoyo y una fuente de ánimo en mi vida cristiana.
Ayúdame a estar dispuesto y preparado para ministrar a los demás, promover el cuerpo de Cristo y edificar a aquellos sobre los cuales es invocado Tu nombre.
Gracias porque les has dado dones, capacidades, talentos y tesoros conforme a Tu gracia, y ruego que uses todo lo que soy y todo lo que tengo como una ofrenda y como un sacrificio vivo que ha de derramarse para servir a los demás y para glorificar Tu nombre.
Amén.
Amante Señor, ruego que infundas en mí un corazón agradecido y generoso, y ruego poder crecer en la gracia y madurar en la fe, de forma que me encomiendes tomar Tus caminos y compartir generosa y alegremente los tesoros y talentos que bondadosamente me has concedido.
Señor, sé que a veces no me he ofrecido de manera sacrificial; sin embargo, Padre, deseo ser un hijo Tuyo agradecido y generoso, que glorifique Tu nombre en todo lo que diga y haga.
Dame sabiduría para usar lo que me has encomendado de una forma que sea complaciente para Ti y que ayude a los demás. Ayúdame siempre a reconocerte como mi proveedor, e impídeme acumular de manera egoísta los dones que me has encomendado, más bien dame un corazón alegre y generoso hacia todos mis hermanos y hermanas necesitados. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, abre mis ojos para poder ver la generosa provisión que me has brindado durante toda mi vida. Gracias por las bendiciones materiales y financieras que me has brindado, y ayúdame a seguir confiando en que me brindarás mi provisión, incluso en los momentos difíciles.
Ayúdame a tener sabiduría con todo lo que me has dado y enséñame a través de Tu Palabra la mejor forma de usar los dones, los talentos y las finanzas que me has encomendado, para así honrarte.
Señor, no me dejes caer en la pobreza ni en el exceso de riquezas, sino haz brotar en mí un espíritu generoso y un corazón sabio para así compartir de manera sabia lo que tengo con los necesitados, tal como me guiarías y me orientarías. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Querido Padre Celestial, gracias por Tu benevolencia y gracia hacia mí, por tu provisión diaria para todas mis necesidades, y por las numerosas bendiciones que cada día derramas en mí con tanta abundancia.
Señor, ruego que me des un espíritu amoroso y un corazón generoso hacia los demás. Ayúdame a ser cada vez más agradecido por todo lo que he recibido, y a ser cada vez más generoso hacia los demás con todo lo que tengo. Señor, sé que todo lo que tengo Te pertenece, así que no me dejes caer en el egoísmo.
Señor, sé que nunca podré retribuirte todo lo que me has brindado a lo largo del tiempo y por la eternidad; sin embargo, ruego que me ayudes, Señor, a desarrollar un corazón generoso que complazca Tu corazón y que honre Tu nombre. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.