Padre amado, sabemos que no solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de Tu boca, cada verdad que conste en la Palabra escrita de Dios, y de todas las Sagradas Escrituras que nos has entregado bondadosamente para nuestro aprendizaje, por lo cual Te alabamos y Te agradecemos.
Danos corazones que tengan hambre de Tu Palabra, oídos que sean capaces de escuchar y corazones con entendimiento, para que así podamos crecer en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Ruego que ilumines nuestras mentes con todo lo que quieres que aprendamos y nos guíes hacia toda la verdad a través del poder del Espíritu Santo que habita en nosotros.
Aliméntanos con Tu Palabra y nútrenos con el alimento que descendió de los cielos, nuestro Señor Jesucristo, Que es nuestro Pan de vida y nuestro Maná celestial. Gracias porque en Él están las palabras de la vida eterna, pues en Él se halla la luz, la vida, la esperanza, el júbilo y la paz perfecta que solo de Ti provienen. Abre nuestros corazones e ilumina nuestras mentes para que Te conozcamos, comprendamos y amemos cada vez más, mientras nuestros corazones se alimentan cada día del Señor Jesucristo con profundo agradecimiento. Rogamos en nombre de Jesús,
Amén.