Padre celestial, abre mis ojos para poder ver la generosa provisión que me has brindado durante toda mi vida. Gracias por las bendiciones materiales y financieras que me has brindado, y ayúdame a seguir confiando en que me brindarás mi provisión, incluso en los momentos difíciles.
Ayúdame a tener sabiduría con todo lo que me has dado y enséñame a través de Tu Palabra la mejor forma de usar los dones, los talentos y las finanzas que me has encomendado, para así honrarte.
Señor, no me dejes caer en la pobreza ni en el exceso de riquezas, sino haz brotar en mí un espíritu generoso y un corazón sabio para así compartir de manera sabia lo que tengo con los necesitados, tal como me guiarías y me orientarías. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.