Oraciones por el discernimiento

Oración de liberación de la apatía espiritual

Amante Señor, Te pido que me liberes de toda apatía y tibieza espiritual que se haya infiltrado en mi vida y haya pasado desapercibida, pues me he desviado de Tus brazos de gracia.

En el fondo de mi corazón sé que he dejado mi primer amor, el Señor Jesucristo, y que he ignorado las cosas que debería hacer y he hecho las cosas que no debería haber hecho.

Señor, ruego que me perdones.

Ahora he venido a Ti con sufrimiento en el corazón, pues sé que he desperdiciado tiempo muy valioso mientras recuerdo la hermosa comunión que alguna vez disfrutamos. Sin embargo, Señor, Te pido que, con Tu gracia, me confortes, me alivies y renueves la firmeza de mi espíritu. Vivifica mi espíritu agotado con el aliento de vida de Tu Espíritu de júbilo, pues en Ti se halla la vida, el júbilo y el amor hasta la eternidad.

Gracias, Señor, pues cuando soy infiel, Tú te mantienes fiel y verdadero para siempre. Bendito sea Tu santo nombre,

Amén.

Oración de los no creyentes para liberarse del pecado

Querido Dios, soy un pecador y sé que he quebrantado muchas de Tus leyes. Ruego que me perdones. No me di cuenta de que el pecado me separó de Ti, pero ahora sí me doy cuenta, y también lamento haber pecado y haber sido rebelde contra Ti. Gracias porque enviaste a Jesús para que muriera por mis pecados y recibiera el castigo que yo merezco. Gracias, pues Jesús me liberó del castigo que merezco y porque resucitó, lo que significa que derribó el poder del pecado y de la muerte en mi vida, para que así yo tampoco enfrentara la separación eterna de Ti, sino viviera para siempre junto a Ti en el cielo.

Gracias, Señor, porque me has dado esto como una dádiva de Tu gracia, y lo único que me pediste fue que tan solo crea que moriste por mis pecados. Me abruma darme cuenta de que tanto me amas que moriste por mí. Gracias por haberme liberado del pecado y haberme salvado. Gracias con todo el corazón. Ayúdame a dejar de pecar, sino a vivir una vida que Te complazca. En nombre de Jesús,

Amén.

Oración para liberarme de los hábitos pecaminosos

Padre celestial, he venido a Ti con un corazón humilde y en sumisión a Tu Espíritu Santo, pues sé que he adoptado hábitos pecaminosos y he hecho la vista gorda con los hábitos perversos en los que he incursionado. Señor, Te pido perdón y quiero alejarme de inmediato de todo lo que ha capturado mi alma, para así vivir una vida que Te complazca y que sea justa delante de Tus ojos.

Llevo mucho tiempo haciendo caso omiso de mis pecados y fingiendo que están bien; sin embargo, quiero ser honesto ante Ti y renunciar a los hábitos pecaminosos que, si bien he disfrutado durante un tiempo, me dejan un gusto amargo en la boca una vez que ha desaparecido la sensación inicial de placer.

Señor, sé que he pecado contra los demás, por lo que Te pido perdón; sin embargo, sobre todo, he pecado contra Ti y sé que no soy digno de atar las correas de Tu calzado ni de comer las migajas que caen debajo de Tu mesa, pero Tú eres fiel y cumples las promesas que me has hecho, y me has hecho parte de Tu familia, y mi corazón tan solo quiere alabarte y agradecerte. A partir de hoy, ayúdame a vivir una vida que Te complazca. Ruego en nombre de Jesús,

Amén.

Oración para liberarme de mis enemigos

Querido Señor, Te pido que escuches mi oración y mi grito de ayuda. Señor, sé que a través de mí mismo no soy digno de acercarme a Tu gloria, pero sé que en Cristo puedo acercarme con toda confianza a Tu trono de gracia a pedirte que me ayudes en mi momento de necesidad. Señor, ahora estoy en un momento de necesidad y Te pido, Padre, que me liberes de todos mis enemigos y de aquellos que intentan hacerme daño. Señor, confío en Ti y sé que tienes el poder de salvar y que Tu Palabra promete que eres fiel y verdadero.

Señor, en este momento me rodean muchos problemas, y cada uno de ellos tiene el potencial de abrumarm; sin embargo, tengo los ojos puestos en Ti para que me ayudes y confío en que me liberarás. Enséñame qué camino debo tomar y liberáme de todos los enemigos que me rodean y me amenazan. Ayúdame a descansar en Ti y a depositar a Tus pies mis problemas y cargas, pues eres mi Dios y en Ti confío. En nombre de Jesús,

Amén.

Oración para liberarme del miedo

Padre celestial, gracias por Tu mayor don de amor, que fue haber enviado al Señor Jesús para que muriera por mí en la cruz y, al hacerlo, demostró Su inmenso amor por mí. Señor, sé que a través de Cristo he sido salvado y estoy a salvo; sin embargo, Señor, a menudo mi mente da paso a muchos tipos de miedos distintos, tanto internos como externos, y a veces me abruman, pero has dicho en Tu palabra que el amor perfecto expulsa el miedo.

Señor, sé que Tu amor es perfecto y que mi amor es débil, pero cuando soy débil el miedo comienza a inundar mi corazón y a abrumar mi alma. Y, a pesar de eso, Tu Palabra dice que cuando soy débil, entonces soy fuerte. Señor, ayúdame a combatir este miedo y a hacer que mi alma agotada y aterrada descanse a Tus pies. Señor, ayúdame a comprender estas palabras de consuelo y a saber cómo aplicarlas en mi vida.

Enséñame a caminar en espíritu y en verdad, y ayúdame a capturar cada pensamiento temeroso y entregártelo en alabanza y en oración tan pronto como brote en mi corazón. Con el poder de Tu Espíritu Santo, permite que Tu fortaleza se perfeccione en mi debilidad, pues sé que el Espíritu Santo de Dios que habita en mí es más poderoso que la combinación de todas mis preocupaciones, ansiedades, miedos y problemas. Gracias porque en Jesús puedo hallar mi fortaleza y mi liberación. Ruego en nombre de Jesús,

Amén.

Oración para liberarse de una mentalidad mundial

Querido Padre celestial, Tú sabes que hace muchos años confié en el Señor Jesús y que la alegría y la emoción que sentía en aquellos días de a poco se han desvanecido. Me siento muy lejos de Ti, separado del Dios que me creó y del Salvador Que murió en la cruz para pagar el precio de mis pecados.

Señor, es como si me hubiera cubierto un velo mundano y carnal que me ha hecho huir lejos de Ti, lo que a la vez me ha hecho asemejarme al mundo más que muchos de los que habitan en él. Perdóname, Señor, porque he huido lejos de Ti. Perdóname porque me he distanciado de Ti y porque nuevamente me he dejado llevar por todo lo que hay en el mundo. Perdóname por haber tomado los caminos mundanos y por mis deseos carnales. Perdóname por haber dejado mi primer Amor, el Señor Jesucristo.

Ruego que me liberes de la vida en la que he quedado atrapado y me devuelvas el gozo de mi Salvación. Libérame de esta mentalidad mundana que ha agobiado el corazón de Cristo, Quien me brindó inmensa alegría y paz. Señor, me arrodillo ante Ti quebrantado de corazón y arrepentido profundamente de todos mis pecados y de mi rebeldía. Quiero alejarme de todas estas lujurias carnales y poner los ojos en Jesús, Que sé que es el único Libertador seguro de todo lo que me tiene atrapado. Gracias, pues a pesar de que he sido infiel Tú has permanecido Fiel y Verdadero. Límpiame y lávame, renueva la firmeza de mi espíritu, y hazme cantar para Tu gloria y alabanza hasta el final de mi vida. Ruego en nombre de Jesús,

Amén.