Querido Padre celestial, cuánto te agradezco y te alabo por los hombres y las mujeres jóvenes que han confiado en el Señor Jesús como su Salvador, y Te pido que hagas Tu obra en la vida de todos los jóvenes que han dejado de tener fe en el Hijo de Dios.
Acércate cada vez más a aquellos que Te han hecho una promesa. Que crezcan en la gracia y el conocimiento del Señor Jesús en los días por venir. Que aprendan a caminar en espíritu y en verdad y a confiar en Tu Palabra, sabiendo que Tu gracia basta para todas sus necesidades.
Ruego que impidas que los influencien las tentaciones del mundo y los deseos de la carne, y protégelos de las asechanzas del enemigo que intentar perturbar su senda junto a Ti.
Dales gracia y sabiduría mientras enfrentan los desafíos de la vida, y mantenlos con un corazón humilde y un espíritu enseñable. Que cada día pongan los ojos en Jesús, sabiendo que sin Él nada pueden hacer, pero que Su fortaleza los guiará y los orientará en todas las cosas. En nombre de Jesús,
Amén.