Gracias, Padre, por Tu gran amor por mí, y porque conoces mis necesidades y las sendas que tomaré en el futuro. Ayúdame a discernir mis necesidades futuras y a no confundirlas con mis propios deseos carnales ni con las vanidades de mi corazón. Ruego que me des verdadero discernimiento.
Señor, mi corazón está abierto a Tu orientación y guía, y deseo hacer solo las cosas que sean justas delante de Tus ojos. Por amor de Tu nombre, ruego poder permanecer tranquilo para escuchar Tu voz y no asumir que conozco Tu voluntad cuando se trata de mis propios pensamientos carnales. Ruego que me des verdadero discernimiento para así conocer Tu voluntad.
Señor, sé que Tus caminos son inescrutables y que Tu mente es indescifrable, y aun así, has decidido morar en mi débil cuerpo. Ruego que me uses como un fiel y buen testigo en todo lo que diga y haga. Deseo hacer Tu voluntad y no la mía. Ruego que me des verdadero discernimiento y consejos sabios. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.