Padre celestial, las luchas y las dificultades de la vida parecieran envolverme como niebla densa en la oscuridad de la noche, y a veces simplemente no sé qué camino tomar.
Padre, a veces tan solo tengo ganas de darme por vencido y renunciar a todo; sin embargo, sé que en la vida, "rendirse" no es una opción. Dame valentía y fortaleza para enfrentar el futuro junto a Ti, y para confiar en que me acompañarás en cada paso que dé, pues sé que la Biblia dice que me acompañas en cada momento del día.
Dame la valentía para no fijarme en las dificultades de la vida y para aferrar mi fe en Ti incondicionalmente. Y Señor, a partir de hoy, mientras me adentro en un futuro desconocido, dame la valentía para tomarte de la mano y no temer, pues sé que nunca me fallarás ni me desampararás. Gracias, en nombre de Jesús,
Amén.