Amante Señor, Te doy gracias por todos los testigos de la fe que han demostrado que Tu poder y fuerza bastan para todos los peligros, las desilusiones, el sufrimiento y el dolor que enfrentemos en nuestro progreso espiritual por la vida. Gracias por las lecciones que nos has enseñado a través del inigualable testimonio de Tu siervo Job, por las intensas y prolongadas pruebas y tribulaciones que soportó y por el glorioso resultado al final de su viaje, cuando pudo clamar con un corazón humilde: "Hasta ahora solo había oído de Ti, pero ahora Te he visto con los ojos espirituales de mi entendimiento".
Padre, sé que no comprendo una gran parte de mi viaje por la vida; sin embargo, Señor, confío en Ti, pues has planificado cada día de mi vida y no existen peligros, desilusiones, sufrimiento ni dolor que Tú no conozcas y que no uses para Tu inmensa gloria y por mi bien eterno. Ruego que aunque no comprenda la razón de todas las dificultades que debo soportar, me brindes la gracia suficiente que necesito para perseverar hasta el final. Señor, creo que en Tu mano están mis años, y confío en que me llevarás a un final triunfante.
Dame fortaleza y sostenme con el poder de Tu Espíritu, y ruego que me sustentes y me consueles, para que así pueda soportar con paciencia todas las cosas hasta el final, de manera de glorificarte y alabarte. Ruego humildemente en el nombre de Jesús,
Amén.