Gracias, Dios, porque eres mi Salvador. Gracias, Padre, por Tu Palabra de Verdad y gracias, Señor, porque deseas transformar a todos Tus hijos a imagen y semejanza del Señor Jesús, mientras dependemos por completo de Ti. Padre, quiero vivir de manera piadosa y vivir con un corazón humilde y en obediencia a Tu Palabra.
Señor, los ojos de mi corazón están puestos en Ti y confío en Tu Palabra. Ruego que, a través de las Sagradas Escrituras, me inspires, me convenzas, me enseñes y me corrijas, y ruego poder desarrollar un espíritu enseñable y corregible, en sumisión a la orientación y la guía de Tu Espíritu Santo.
Ayúdame a poner los ojos en el espejo de Tu Palabra, y deja que su verdad busque en mí las áreas que deben erradicarse. Hazme crecer en humilde obediencia a Tus caminos, y ayúdame a reflejar el amor del Señor Jesús en mi senda y en mi palabra. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.