Padre, cuánto Te agradecemos por los niños y jóvenes que han alcanzado una fe salvadora en Ti. Rogamos que cada uno de ellos conozca por completo Tu voluntad a través de la sabiduría y el entendimiento que solo del Espíritu Santo provienen.
Que cada uno de ellos aprenda a caminar en espíritu y en verdad, crezca en la gracia, sea dotado de sabiduría piadosa, dependa de Tu fortaleza suficiente y conozca cada vez más a su Señor y Salvador, Jesucristo.
Que produzcan el hermoso fruto del Espíritu y que desarrollen un amor y una pasión cada vez más profundos por el Mismísimo Señor Jesucristo.
Que nuestros niños y jóvenes maduren en la fe, produzcan fruto espiritual en cada buena obra y que reciban la fortaleza de Tu glorioso poder.
Rogamos que los apoyes durante los peligros y las dificultades de la vida y les des la gracia y la sabiduría para tomar decisiones piadosas en los días problemáticos que tienen por delante. Rogamos en el hermoso nombre de Jesús,
Amén.