Padre celestial, ruego que me des Tu fortaleza y valentía, y ruego poder ser fuerte en el día de la batalla. Ruego que me brindes la fortaleza y la valentía que solo de Ti provienen. Ruego que, al igual que Josué, pueda tener fuerza, valentía y no tener miedo de enfrentar a los enemigos de mi alma, ni que tampoco me desalienten los ejércitos espirituales que me rodean.
Ruego que derribas cualquier fortaleza de miedo, duda, vergüenza o incredulidad que debilite mi senda y mi testimonio y que me haga vulnerable a las asechanzas de Satanás. Ruego que me ayudes a resistir al diablo y capturar cada pensamiento que comience a agobiarme y entregártelo, pues no nos has dado el espíritu del temor y de la timidez, sino el del poder, del amor, de la autodisciplina y de la templanza.
Señor, estoy consciente de que existen muchas formas de oposición, muchas fortalezas que pueden mantener nuestras almas esclavizadas y cautivas, y que nos impiden permanecer firmes en el Señor y en el poder de Su fuerza en este día malo; sin embargo, ruego que, con Tu gracia y a través del poder del Espíritu Santo, pueda tener fuerza cuando llegue el día de la batalla y pueda permanecer en Cristo, Que es mi Escudo y mi Rodela, mi Defensa y mi Defensor, en Cuyo nombre oro,
Amén