Padre, mientras las sombras de la tarde entran al cielo nocturno, Te doy gracias porque soy parte de Tu familia celestial y porque en todo el mundo siempre hay alguien que levanta las manos y el corazón para alabarte y adorarte.
Señor, esta noche Te doy gracias por mis hermanos y hermanas de todo el mundo, y ruego que atiendas cada una de sus necesidades. Y Señor, mientras me acuesto a dormir y levanto las manos y el corazón ante Ti, ruego que me des a mí y a todos Tus hijos el descanso y la renovación que necesitamos durante las horas de oscuridad, de manera de estar listos y preparados mental y espiritualmente para enfrentar los rigores del día.
Vela por aquellos que están durmiendo, renueva a aquellos que están agotados, alivia a aquellos que están cansados, sana a aquellos que están enfermos, alimenta a aquellos que tienen hambre, ten piedad de aquellos que están afligidos y protege a aquellos que corren peligro. Rogamos en nombre de Jesucristo nuestro Señor y Salvador,
Amén.