Amante Señor, Te damos gracias por nuestro querido pastor y por cómo ha orientado y guiado al pequeño rebaño que has dejado bajo su cuidado con tanta sabiduría y gracia. Señor, cúbrelo con la sombra de Tu ala y protégelo de las numerosas flechas del enemigo que ha intentado hacer tropezar a muchos líderes de la Iglesia hoy en día.
Que su corazón se mantenga enfocado en la Palabra de Verdad, y que ame al Señor con todo su cuerpo, alma y espíritu mientras anima, instruye y enseña a todos los que están bajo su orientación.
Que sea un hombre conforme al corazón de Dios, y que siga nutriéndose y alimentándose de Ti, para así ser Tu subpastor y nos señale a Cristo. Úsalo como ejemplo de un verdadero discípulo y amante del Señor, no solo en su ministerio público, sino que en la privacidad de su propio hogar.
Bendícelo, Señor, cuídalo y protégelo. Que siga siendo ejemplo de un hombre piadoso que, con el ejemplo, crece en la gracia y el conocimiento del Señor Jesús.
Gracias por nuestro pastor,
Amén.