Señor, nos has dicho en Tu Palabra que no sintamos ansiedad por nada, y en el fondo de mi corazón sé que muchas cosas me provocan ansiedad. Y peor aún, finjo delante de los demás no estar preocupado, cuando en realidad todo me provoca ansiedad. Sé que esta lucha no es Tu voluntad para mi vida, y Señor, ruego que me enseñes a vivir conforme a Tus promesas de paz y descanso.
Me dijiste en Tu Palabra que no debo sentir ansiedad, sino que debo orar por todo y contarte lo que necesito. También me dijiste que debo tener un corazón agradecido por todo lo que has hecho en mi vida. Señor, en este preciso momento he venido a Ti a contarte que anhelo dejar de sentir tanta ansiedad y a pedirte que, con Tu gracia, me mantengas lejos de todo pensamiento ansioso y me des Tu paz que sobrepasa todo entendimiento.
También ruego que me ayudes a mantener mis pensamientos enfocados en Jesús, para que así cuando la ansiedad empiece a brotar en mi mente, pueda enfocar de inmediato mis pensamientos en Ti, y gracias por todo lo que has hecho por mí, y porque todas las promesas son Sí y Amén en Jesucristo.
Gracias, pues eres un Dios que escucha nuestro clamor y responde nuestras oraciones. En nombre de Jesús,
Amén.
“Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.”