Querido Dios Padre, el día recién comienza, y debo ocuparme de muchos deberes pequeños. Ruego poder glorificarte en mi rutina diaria de actividades en la que hoy debo concentrarme.
Déjame preparar hoy las comidas para mi familia con un corazón agradecido por Tu provisión generosa. Acompaña a todos los que hoy enfrentan la adversidad, y Te pido que, con Tu misericordia, también atiendas las necesidades de ellos. Gracias, pues has prometido atender todas nuestras necesidades conforme a Tus riquezas y Tu gracia.
Quisiera agradecerte por el hogar que me has entregado a mí y a mi familia. Ruego que cuando hoy limpie y ordene, sea diligente en mis deberes y en mi trabajo, y que mi corazón Te alabe por Tu gracia multiplicada hacia mí. En nombre de Jesús,
Amén.