Querido Señor Jesús, gracias por este maravilloso muchacho que has traído a mi vida. Gracias por escuchar mi oración y por haber traído a este hombre a mi vida en el momento perfecto. Te alabo por Tu gracia al haber escuchado mi clamor y por Tu maravillosa respuesta a mi oración.
Gracias por Su amor por Ti, por Su deseo de conocerte más y crecer en la gracia y madurar en la fe cristiana. Oh Señor, es maravilloso darme cuenta de que has ido delante de nosotros y que me has preparado a mí y a él para juntar nuestros corazones.
Ruego que lo guíes y lo orientes hoy y en los días por venir. Otórgales las cualidades del liderazgo espiritual y de la sabiduría piadosa, y derrama en su corazón la paz y el amor que solo de Ti provienen. Ruego que lo protejas de las asechanzas del malvado, y que siga caminando con integridad y fidelidad y creciendo en la gracia y el conocimiento del Señor Jesucristo día a día.
Dale la valentía para permanecer firme en la fe y no dejes que caiga en la soberbia espiritual, más bien dale un corazón discernidor para que sepa qué es bueno y aborrezca el mal. Llena su boca y su corazón de la palabra de Dios, y que aprenda cada vez más a caminar con humildad ante Ti y a confiar en Ti en todos los ámbitos de la vida.
Gracias, Señor, por Tu orientación hasta ahora. Déjanos caminar juntos en amor devoto y en respeto, y en la armonía y la gracia devotas que solo pueden obtener aquellos que primero Te buscan a Ti en cada ámbito de la vida.
Alabado sea Tu nombre porque respondes nuestras oraciones. Mantenme siempre humilde ante Tu trono de gracia. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.