Gracias, Padre, porque he renacido y porque me has salvado del pecado y de la muerte a través de Jesucristo mi Señor, y porque he nacido de nuevo en espíritu y en verdad.
Señor, tan solo quiero darte gracias por las maravillas que ocurrieron en el momento en que confié en Jesús como mi Salvador.
Gracias, pues me trasladaste del reino de las tinieblas al reino de Tu querido Hijo. Gracias, pues he sido aceptado en Jesucristo, Tu Hijo amado, y he sido vestido de Su justicia. Gracias, pues me he convertido en hijo de Dios y en coheredero con Jesús. Gracias, pues a través de Él estoy sentado en lugares celestiales donde estaré eternamente a salvo, y porque he recibido vida eterna mediante la fe en Jesucristo mi Salvador. Gracias, además, pues sé que en el momento en que renací, me bautizó Tu Espíritu Santo en el cuerpo de Cristo de una vez para siempre, y porque me puso eternamente en el cuerpo de creyentes llamado la Iglesia. Gracias por este hermoso bautismo en Cristo, y ruego que me enseñes a crecer en la gracia y el conocimiento de Él, Quien me amó y dio Su vida por mí.
Lléname de Tu Espíritu día a día. Guíame y oriéntame en los días por venir, y Te agradezco porque he sido salvado por la gracia y mediante la fe en Cristo, y porque Él hizo todo y cumplido está. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
“Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres, y a todos se nos dio a beber del mismo Espíritu.”