Señor, el dolor es tan profundo que apenas sé cómo orar. Te pido que examines mi ser interno y me reveles cualquier área de dolor emocional, resentimiento o perdón sin resolver. Ruego que me toques con Tu amor y comiences el hermoso proceso de sanación en mi interior que solo Tú puedes lograr.
Inúndame de Tu sanación y plenitud, y si hay áreas de mi corazón que deban confesarse o de las que deba arrepentirme, ruego que me las muestres y me liberes de la esclavitud de este dolor profundo y traumático.
Sé que el Señor se mantiene cerca de los quebrantados de corazón y que salva a aquellos que tienen el espíritu destruido, y tan solo quiero descansar en Tu amor y permitir que Tus ríos de sanación y fortaleza inunden mi corazón, mi mente, mi cuerpo y mi alma.
Gracias, pues eres el Médico divino y el Dios que sana todo nuestro dolor. Cúbreme con la sombra de Tu ala, y alabado y glorificado seas para siempre. En nombre de Jesús,
Amén.
Padre Celestial, vivimos en un mundo caído y nos rodean muchos hombres y mujeres, niños y niñas que han sufrido daños emocionales o que son víctimas del abuso emocional, y tan solo quiero dedicar unos momentos a orar por todos aquellos que experimentan este tipo de trauma, y ruego que Tu toque sanador se pose sobre sus vidas.
Señor, Tú conoces a todos los que necesitan la sanación emocional y conoces el dolor y el sufrimiento que experimentan, y Te pido que te reúnas con cada uno de ellos en su momento de necesidad. Que encuentren su fortaleza, apoyo, consuelo y esperanza en el Señor Jesucristo.
Alivia a los fatigados, da fortaleza a los débiles, ayuda a los afligidos, libera a los necesitados, consuela a los heridos, sana a los acongojados y acércate a todos los que necesitan la sanación emocional. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Amante Dios, he estado teniendo recuerdos dolorosos que al parecer no puedo borrar, por más que lo intente. No dejan de perseguirme, y pensé que Jesús podría quitar todo el dolor que hay en mi interior. Dios, ruego que me ayudes.
Sé que soy un pecador, pero creo en Jesucristo y en que Él murió para pagar el precio de mis pecados que yo debería pagar; entonces, ¿por qué me sigo sintiendo tan mal? ¿Por qué me sigo sintiendo tan lleno de culpa, amargura, enojo, odio y resentimiento?
Señor, ayúdame a perdonar a aquellos que me han hecho daño y me han traicionado. Ruego que me sanes de todas las emociones negativas que se acumulan en mi interior. Permíteme borrar los recuerdos dolorosos del pasado y concentrarme en todas las cosas bellas que Jesús ha hecho por mí, así como en las cosas maravillosas que ha preparado para mí en el cielo, de manera de comenzar a disfrutarlas a partir de ahora.
Cuando en mi corazón broten recuerdos dolorosos, ayúdame a dejar de pensar en ellos y a fijar mis pensamientos en todo lo que Jesús hizo por mí. Ayúdame a asemejarme a Jesús. Señor, ayúdame a perdonar a aquellos que me han hecho daño y a no guardar resentimiento. Quita de mi interior las emociones amargas de enojo y traición, y enséñame cuál es la mejor manera de vivir. Enséñame a amar a los demás de la misma manera en que Jesús me amó y dio Su vida por mí, para así poder cambiar mi forma de pensar y concentrarme en las cosas hermosas de mi vida, las buenas relaciones que tengo y los recuerdos felices.
Ruego en Su nombre,
Amén.
Padre celestial, mi esperanza está solo en Ti, pues has prometido acercarte a los quebrantados de corazón, los angustiados y los abusados. Padre, Tú conoces el abuso emocional cada vez grave del que soy víctima a manos de mi cónyuge.
Señor, sé que esta no es Tu voluntad para mi vida, y he venido a Ti para que me brindes fortaleza y valentía, pues solo Tú me puedes ayudar. Ruego que me protejas. Protégenos a todos de esta violencia cada vez mayor y ayúdame a saber qué hacer.
Ruego que me des sabiduría y valentía y pongas una barrera de protección a nuestro alrededor. Y Dios Padre, ruego que Tu Espíritu Santo haga una poderosa obra de convencimiento en el corazón de mi cónyuge, pues Tú no quieres que nadie perezca, sino que todos se arrepientan y tengan fe en el Señor Jesús. Ruego en Su nombre,
Amén.
Oh Señor, siento que mi corazón y mi vida se han quebrado en mil pedazos, y no sé qué hacer ni qué camino tomar. Siento que no me quedan fuerzas y que todo en mi vida se ha convertido en un completo fracaso. Ruego que tengas misericordia de mí, conforme a Tu inmensa bondad y abundante gracia.
Señor, sé que Tu Palabra dice que darás fortaleza a los fatigados y esperanza a los angustiados, y me siento débil y desconsolado; por lo tanto, Te pido que me ayudes y me des fortaleza.
Ayúdame a esperarte, habitar en Ti y descansar en Tu amor, pues sé que has prometido que aquellos que esperan al Señor tendrán nuevas fuerzas y levantarán alas como las águilas.
Gracias también porque has prometido sanar a los quebrantados de corazón y confortar a los que sufren. Ruego que sanes mi corazón despedazado y me devuelvas el gozo de mi salvación. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Señor misericordioso, Tú me conoces mejor de lo que yo me conozco a mí mismo, y hoy necesito Tu toque sanador en mi vida. Conoces todo el dolor emocional que he sufrido, y oh Señor, necesito que entres a mi corazón y cures mi quebrantamiento interior. Siento que me han golpeado y maltratado emocionalmente, y casi me cuesta respirar, debido al dolor que ha apuñalado mi corazón.
Señor, Tú sabes que no tengo a nadie en quien pueda confiar, ya que nadie comprende realmente las heridas profundas que me han destruido por dentro ni la profunda angustia que siento. Oh Señor, he venido a Ti para que sanes mis emociones, y ruego que sanes mi corazón herido. Sana la angustia que yace en lo profundo de mi ser.
Señor, inunda cada rincón de mi ser con Tu bálsamo reconfortante y Tu amor sanador, y erradica todas las emociones negativas que borbotean en mi interior como un volcán en erupción. Vierte en mi doloroso vacío interior Tu amor, Tu paz, Tu esperanza y Tu presencia misericordiosa, y llévame suavemente tal como un Pastor bondadoso llevaría a un pequeño cordero asustado y herido. Señor, confío en Ti, pues sé que solo Tú eres de fiar.
Amén.