Amante Señor, oro por todos los que esta noche están hospitalizados, que enfrentan noches largas lejos de casa sin poder dormir mucho, y que están separados de sus familias y de la comodidad de sus hogares.
Mantente cerca de los que esta noche están hospitalizados, sobre todo de aquellos que les cuesta dormir y descansar. Mantente cerca de los que tienen miedo o están desorientados, y que esta noche muchos corazones se llenen de Tu paz y esperanza.
Señor, Tú eres el Dios del consuelo y del descanso, y ruego que derrames en aquellos que esta noche están hospitalizados la paz, el consuelo y el júbilo que solo pueden obtenerse al conocerte. Ruego que esta noche haya corazones abiertos, dispuestos y preparados para aceptar a Jesucristo como su Salvador, de manera que esta noche puedas derramar en sus corazones y mentes aquella paz perfecta que sobrepasa todo entendimiento. Ruego en nombre del Señor Jesús,
Amén.
Querido Padre Celestial, he traído ante Ti a todas las personas que hoy han sido hospitalizadas y que enfrentan operaciones de emergencia o que han sido internadas de urgencia debido a una enfermedad o un accidente graves. Acompaña a cada uno de ellos, y que Tu amor y paz les brinde fortaleza y los ayude durante este momento traumático.
Acompaña a las familias y a los amigos de todos los que enfrentan la conmoción repentina de ver cómo internan de urgencia a un ser querido, y que en Ti encuentren fortaleza y apoyo.
Ruego que consueles cada corazón y seques cada lágrima. Apoya a los que son débiles y que lloran de dolor o confusión, y Señor, ruego que, con Tu gracia, hagas que muchos descubran su esperanza en Ti.
Envía Tu paz perfecta que sobrepasa todo entendimiento a todos los que confían en Tu Hijo como su Salvador, y que durante este tiempo se acerquen aun más a Tus brazos de amor. En nombre de Jesús,
Amén.
Amante Señor Jesús, Tú fuiste Quien invitó a los niños a acercarse a Ti y Quien colocó Sus manos sobre ellos para bendecirlos. Señor, he traído a todos los niños que esta noche están hospitalizados y que enfrentan tantas enfermedades y dolencias distintas.
Mantente cerca de cada una de estas vidas indefensas que enfrentan la hospitalización, y dales valentía y paz a sus corazones. Ruego que pronto los hagas recuperar su salud y fortaleza por completo.
Dales paciencia y destreza para cuidar estas vidas indefensas a los médicos, al personal de enfermería y a todos los que velan por su bienestar durante su hospitalización. Y Te pido que consueles a las familias de estos niños y, sobre todo, a sus hermanos(as) y padres, sabiendo que la separación del hogar y de la familia puede ser una experiencia aterradora para todos los involucrados. Cuida y acompaña a cada uno de ellos, y acércalos a los brazos del Señor Jesús,
Amén.
Querido Señor Jesús, he venido a ti un poco confundido y asustado, ya que me han tenido que hospitalizar y, Señor, también siento un poco de temor y ansiedad. Ruego que me apoyes y me acompañes en todas las pruebas y los procedimientos a los que me debo someter y, Señor, Te pido que me permitas volver pronto a casa.
Ruego que acompañes a mi familia y a todos mis seres queridos y no los dejes preocuparse. Y Señor, también Te pido que acompañes a los otros pacientes de esta sala, ya que pareciera haber muchas personas que están solas e incluso perdidas.
Señor, ayúdame a descansar en Tu amor y a permanecer en Ti durante mi estadía en el hospital, y ayúdame a tener un sueño reponedor acá, pues mi esperanza está en Ti. Acércame aun más a Tu corazón de amor y dale Tu paz y esperanza a mi corazón. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Querido Dios Padre, gracias por todos los que han decidido trabajar en nuestros hospitales y clínicas para ayudar a los que padecen de enfermedades graves o que necesitan atención médica especializada.
Bendice al personal de enfermería, a los médicos, a los integrantes de los distintos equipos médicos, a los varios terapeutas, anestesistas y cirujanos, así como al personal administrativo y a los trabajadores auxiliares. Bendice a todos los miembros del personal, quienes son imprescindibles para el funcionamiento continuo de nuestros centros médicos y hospitales.
Dales la sabiduría y la paciencia para trabajar en este entorno estresante, y que Tu tranquilidad, serenidad y paz se asienten en sus corazones mientras trabajan en conjunto para atender a todos sus pacientes.
Que nuestras clínicas y hospitales sean verdaderos entornos de cuidado, e impide que los que trabajan en estos se vuelvan indiferentes o pierdan el interés hacia sus pacientes, sino que el amor de Jesús se manifieste en cada uno de ellos. Ruego que muchos de nuestros trabajadores hospitalarios que todavía no Te conocen alcancen una fe salvadora en Jesucristo. Gracias, Señor,
Amén.