Gracias, Padre, porque me has guiado durante toda mi vida y me has bendecido con varios mentores espirituales en el camino. Gracias por los hombres y las mujeres que has usado durante toda mi vida cristiana para que me enseñen, me alienten y compartan conmigo su sabiduría piadosa, así como su gentil corrección.
Dame un corazón entendido y un espíritu enseñable, para así tomarme en serio las lecciones espirituales que quieres que aprenda, y ruego que me uses para cumplir las buenas obras que me has encomendado. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Oh Señor Jesús, cuánto Te agradezco y Te alabo por la vida eterna que me has dado a través de Tu maravillosa gracia y amor. Déjame asemejarme cada día más a Ti, lleno de compasión y bondad. Colma mi corazón con Tu amor, para así poder amarte más con cada aliento que tome, Jesús mío.
Gracias por Tu Espíritu Santo, el Cual me hace asemejarme más a Ti, Señor Jesús. Quiero reflejar Tu gracia y Tu belleza en pensamiento, palabra y acción. Ruego poder dedicar mi tiempo y corazón a reflexionar sobre todo lo que eres y todo lo que has hecho por mí, para así ensalzarte cada vez más en mi vida. Ruego que la belleza de mi Señor Jesús pueda verse y reflejarse en mí. En nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, nos has llamado a crecer en la gracia, comprender con mayor profundidad a Jesús y desarrollar una relación estrecha e íntima contigo. Señor, esto es lo que deseo hacer, y ruego poder conocerte cada día más.
Gracias, Padre, por la Biblia, la cual se escribió para ayudarme a comprender Tu Palabra de verdad, y gracias por el Espíritu Santo que habita en mí, el Cual ha prometido guiarme por el camino que debo tomar.
Ruego poder aprender a caminar en espíritu y en verdad, para así madurar en mi fe cristiana mientras estudio la Biblia y aprendo a vivir de manera piadosa en Jesucristo. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.
Padre celestial, hemos sido llamados a habitar en Cristo, descansar en Su amor, permanecer conectados con el Señor Jesús y depender de Él en todas las cosas, pues sabemos que solo Él es la Vid verdadera y vida, de manera que nuestras vidas puedan producir abundante fruto y glorificar a nuestro Padre que está en los cielos.
Con el poder de Tu Espíritu Santo, ruego poder permanecer conectado firmemente a Cristo y sometido voluntariamente a Tu podadera perfecta, para que así puedas cortar cualquier parte de mí que no pertenezca a Cristo, de manera de crecer en la gracia y madurar en mi senda cristiana.
Erradica cualquier actitud negativa, pensamiento insensato o motivación errónea que brote en mi mente y que pudiera obstaculizar mi crecimiento o infectar mi vida espiritual. Ruego que me ayudes a capturar cada pensamiento y entregárselo a Cristo, para así convertirme en una rama fructífera y producir abundante fruto, de manera de glorificar a Dios el Padre. En nombre de Jesús,
Amén.
Cuánto Te agradezco y Te alabo por la vida eterna que me has dado a través de Tu maravillosa gracia y amor. Déjame asemejarme cada día más a Ti, lleno de compasión y bondad. Colma mi corazón con Tu amor, para así poder amarte más con cada aliento que tome, Jesús mío.
Gracias por Tu Espíritu Santo, el Cual me hace asemejarme más a Ti, Señor Jesús. Quiero reflejar Tu gracia y Tu belleza en pensamiento, palabra y acción. Ruego poder dedicar mi tiempo y mi corazón a reflexionar sobre todo lo que eres y todo lo que has hecho por mí, para así magnificarte cada vez más en mi vida, de manera que la belleza de mi Señor Jesús pueda verse y reflejarse en mí. En nombre de Jesús,
Amén.
Oh Dios, Padre mío, quiero ser una persona madura. No sé con certeza qué es la madurez, pero sé cuando me comporto de forma infantil, lo cual me avergüenza.
Ayúdame a poner mis emociones bajo el control del Espíritu. Ayúdame a no hablar demasiado, a no insistir en hacer las cosas a mi manera, a superar mis miedos, mis dudas, y otras cosas que dan cuenta de mi inmadurez.
Nuevamente y una vez más me encomiendo a Ti. Ayúdame a ser una gloria y no una vergüenza mientras profeso Tu nombre.
Ruego por amor de Su nombre,
Amén.
Oh Dios Padre mío, ruego poder convertirme en una persona espiritualmente madura. No estoy seguro de qué es la madurez espiritual, pero sé cuando actúo de manera infantil, lo cual me avergüenza. Ayúdame a poner mis emociones bajo el control del espíritu.
Ayúdame a no hablar demasiado, a no insistir en hacer las cosas a mi manera, a superar mis miedos, mis dudas, y otras cosas que dan cuenta de mi inmadurez.
Nuevamente y una vez más me encomiendo a Ti. Ayúdame a ser una gloria y no una vergüenza mientras profeso Tu nombre. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.