Gracias, Padre, porque Cristo es el Pastor bondadoso de las ovejas y porque en Él tenemos vida y la tenemos en abundancia.
Gracias porque el Señor Jesús dio Su vida para que, a través de Él, pudiéramos tener una vida nueva y plena, y gracias porque Él es el Único que se preocupa de cada uno de los Suyos y porque nada puede arrebatarnos de Su mano.
Te doy gracias porque, sin importar las dificultades o los peligros que enfrente, la vida que tengo en Cristo es inmensamente abundante y sus consecuencias son eternas.
Gracias porque solamente en Cristo mi vida terrenal tiene verdadero significado, y ruego poder vivir mi vida en este cuerpo de carne mediante la fe en el Hijo de Dios, Que me amó y dio la vida por mí. Ruego que esta vida Te honre en pensamiento, palabra y acción. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.