Querido Señor Jesús, de verdad quiero lo mejor para mi hermano menor. Tuvimos un vínculo muy estrecho durante nuestra niñez, y aunque sé que a veces yo era un poco mandón, seguimos siendo muy cercanos, y Te doy gracias por la comunión amorosa que seguimos disfrutando juntos. Gracias por habernos dado nuestra familia y por la vida hogareña llena de amor que tuvimos de niños.
Los tiempos se han complicado para todos nosotros, Señor, y sé que las cosas tampoco marchan muy bien para mi hermano menor. Señor, ruego que Te reúnas con él en su momento de necesidad y lo saques de los momentos difíciles que enfrenta, los cuales afectan su relación con todos nosotros y también contigo, Señor.
Gracias porque amas a mi querido hermano tanto como yo, si no más, y ruego que el júbilo del Señor vuelva a ser su fortaleza tal como antes.
Señor, gracias por amarnos tanto,
Amén.