Padre celestial, ruego poder recibir el espíritu de sabiduría y revelación que Te complace brindarles con generosidad a todos Tus hijos que se acercan a Ti con todo el corazón en busca de Tu rostro. Fortalece mi ser interior y dame la gracia y la visión para promover Tus planes y propósitos en mi vida y en mis oraciones. Sé que, con Tu sabiduría, has planificado un tiempo en que Cristo termine todo lo que has planificado para la humanidad y también sé que, con Tu gracia, nos has dado la oportunidad de orar conforme a Tu voluntad.
Señor, perdóname porque a menudo oro sin comprender por completo todas las cosas preocupantes que ocurren en nuestro mundo en general, y en particular en mi propia vida. Permíteme vislumbrar Tu plan para la humanidad y conviérteme en un compañero de oración perspicaz mientras busco Tu rostro. Dame un corazón entendido y aliméntame del deseo de defender Tu causa en estos días cada vez más difíciles en que vivimos.
Dame aquella visión central que ha estado en el corazón de Dios desde antes de la creación del mundo, cuando Dios, con Su sabiduría, decretó que todos los que depositen su confianza en Cristo se volverían uno solo con Él hasta que Cristo sea todo en todos.
Dame un corazón entendido y enséñame a orar conforme a Tu voluntad perfecta, para Tu gloria y alabanza. En nombre de Jesús,
Amén.