Querido Dios Padre, vivimos en un mundo donde abunda la injusticia, las libertades son arrebatadas con rapidez y la persecución de los creyentes es cada vez mayor. He venido a Ti, Padre, a poner ante Ti a todos los hombres y las mujeres cuya libertad les ha sido arrebatada; cada uno de ellos es hermoso delante de Tu ojos, pues cada uno de ellos es un hijo Tuyo comprado por sangre.
Acompaña a todos los que son víctimas de la injusticia y que han perdido sus libertades, ya sea por medio de restricciones gubernamentales o por culpa de grupos que intentan hacerles daño, y dales sabiduría a los hombres y a los ministros que buscan apoyar a aquellos que se han visto afectados de esta manera.
Señor, sé que solo cuando Jesús regrese se restaurará y se establecerá la justicia verdadera. Manten a cada uno de Tus hijos bajo la protección de Tu ala, y que todos los que confían en Cristo puedan descansar en Él, sabiendo que Él puede y está dispuesto a apoyarlos en su momento de necesidad y ayudarlos en los momentos de angustia. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.