Padre Celestial, he venido a Ti porque enfrento algunos problemas monetarios, pero sé que las dificultades que enfrento no se solucionarán teniendo más dinero, sino que acercándome a Ti.
Perdóname, Señor, pues creo que he pasado demasiado tiempo preocupándome de mis finanzas, de qué voy a hacer y de cómo voy a manejarlo, ya que los precios suben cada día más; sin embargo, no he reflexionado que si primero Te busco a Ti y Tu justicia, todas las cosas me serán añadidas.
Ayúdame, Padre, a ver mis preocupaciones financieras desde la perspectiva correcta y a poner los ojos en Jesús, sabiendo que Tú sabes todo lo que necesitamos incluso antes de que Te lo pidamos. Ruego que me hagas establecer nuevamente una relación correcta contigo, pues en Ti confío,
Amén.