Amante Señor, he traído ante Ti a mis padres, y aunque siento pena en el corazón porque han decidido divorciarse, aun así los amo, y ruego que tengas misericordia de ellos y los acerques a Tus brazos amorosos.
Mientras forjan su propia senda por la vida, acompáñalos para consolarlos, ayudarlos, orientarlos y guiarlos. Sé su fortaleza en la debilidad, su esperanza en el desaliento y su provisión en la necesidad.
Gracias, Señor, por mis padres y por los buenos momentos que tuvimos juntos. Gracias por todo lo que me enseñaron y por la educación que me brindaron durante mi niñez y adolescencia. Padre, a medida que toman caminos separados, ruego que los acompañes y los consueles de manera permanente en los días por venir. Ruego en nombre de Jesús,
Amén.